jueves, 9 de noviembre de 2006

climatología adversa

Al frío se junta la lluvia y ya mi pesadilla es completa.
Ya, ya me sé la típica respuesta de que la naturaleza lo necesita, pero no me sirve porque las plantas de las ciudades son regadas con regularidad por el servicio de Parques y Jardines. También me sé la otra de que limpia las calles y no me sirve porque en Zaragoza las calles las limpia don Cierzo. El mismo que reúne la mierda en las esquinas y atora las alcantarillas para que la lluvia haga de las calles charcos del tamaño de un pantano aragonés en verano (más o menos por encima del tobillo). Me sé todas las contestaciones de memoria, pero no me curan esta agotadora nostalgia de cielo blanco sin fisuras, sin relieve, tan cercano que me hace dudar que quepa suficiente aire para todos aquí dentro.
Cierro las persianas pero sé que fuera el espacio se ha vuelto finito; pero mucho. Se ha vuelto incluso pequeño. Respiro con profundidad para empujar el aire hasta ese punto de mis pulmones en que se elevan los hombros y parece uno sentirse lleno, pero no me lleno. Oigo un ruido hueco en la parte trasera de mi cabeza que me anuncia la llegada del miedo. El aire silba extraño en mis oídos, lo oigo desde dentro y me asusta. Empujo y empujo, más y más aire. No toco fondo en mis pulmones. Llego al límite físico, no entra más aire, casi me hace daño. Pero no me lleno. Un dolor punzante en la base del diafragma. No cabe más aire pero este aire viene sin oxígeno. El sonido hueco se convierte en espacio hueco. Mi cabeza se vacía por dentro, empezando por atrás. Cuando llegue a la frente, la cabeza me pesará tanto que empujará mi barbilla hacia arriba y el mundo se tornará negro.
Al menos encontraremos un contraste con este cielo tan blanco que duele de mirarlo. Por mucho que respiro no me lleno. Voy todo el día a medio gas porque mis células andan escasas de alimento. Ni los ojos puedo abrir del todo, primero porque la luminosidad agresiva de este cielo me lo impide y segundo porque añoro la cama, el momento en que aún no había abierto los ojos y aún no sabía que hoy no teníamos aire para todos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

(Written November 10. 2006)

Nena...es nuevo este espacio cibernetico!?..pues aqui te dejaré mis añoranzas, mis penas y mis glorias sólo para ti...te echo de menos, sabes?...espero que tu tmb..pq si no me obligas a venir más pronto de lo que pretendía a Zarapeich a estrangularte con mis abrazos!
nO Es la ULtima NOta Que te DEjo Aqui...TqMiL

Anónimo dijo...

(Written November 10. 2006)

Vaya por Dios ...

Anónimo dijo...

(Written November 11. 2006)

Damasífoota es "guay"?

Anónimo dijo...

(Written December 16. 2006)

Cornelia si es guay. Y mis amigos son guays. Y voy a bares de guays (para mis informacion www.malavirgen.com. ese juako si que mola)
En otro orden de cosas:
Vivo en Euskadi. Hoy llueve. Mañana también. La humedad es eterna, tanto en el ambiente como en los huesos. El otro dia, tonteando con una chica, le dije que se mojase, si aceptaba venir a cenar conmigo o no. Me respondió "tu sabes lo difícil que es secarse en Euskadi". Me dejó tan parada que no acerté a decirle "deja que sea el calor de mi corazón el que caliente el resto de tu vida". Y así seguimos, ella no se moja, y mi almohada me moja a mi por las noches. Pero he aprendido a amar al frio, las tardes con la mantita, con la infusión (sin teína) de frutas variadas en la mano, y una buena película en la tele. Y cuando me levanto y la niebla me impide ver el paisaje, la nostalgia de Zaragoza me invade y me corroe hasta lo más profundo del estómago. ¿porqué aquí no hay viento? Al menos nos hace estar mas locos y cometer los desacatos que aqui estan prohibidos. El tiempo marca el carácter. El carácter nos marca la vida.