lunes, 5 de mayo de 2008

me gusta ser críptica

Presenté este micro relato a un concurso... pero no gané.
Da igual, me lo pasé bien imaginándolo. Y me vino bien también el ver que todavía soy capaz de inventar un relato y darle forma en media hora. Observo que sigo disfrutando con las imágenes un poco crípticas, los ambientes oscuros... estas cosas tan mías.
Agradezco comentarios... ;P


LA MUDANZA

Cuando nos mudamos supe que todo había acabado. Dejamos todo por ella. Pasé de ser un tipo respetado a un donadie sin vida social ni otra ocupación que estar en casa, esperando que llegara del trabajo. Culpé del distanciamiento a sus compañeros, comerciales que pasaban el día de bares, pavoneándose, humillándose entre sí. Pasaba las horas sólo, incapaz de ir a una cama sin ella, rabiando de celos, sintiéndola cada vez más lejos. Enloquecía las noches de insomnio. Odiaba su nueva vida, su nuevo trabajo, no estaba dispuesto a perdela; era mía, siempre lo había sido. Un día la ataqué. Logró calmarme, llorando, me dio mil besos y manchó mi cara con su sangre. Pero esos malditos la acechaban como perros de presa; podía olerlos en su piel cuando volvía. No podía soportarlo. Ciego de ira, esperé a que durmiera y, como un salvaje, mordí su cuello. Despertó intentado desasirse de mí. Su sangre brotaba entre mis labios. Cayó al suelo. Yo junto a ella, llorando. Al fín la tenía a mi lado. Decidí dejarme morir allí mismo. Días más tarde, los bomberos echaron la puerta abajo. No pude ni levantarme. Lo último que oí fue: “llevaos al chucho”.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Que carácter! Otros se conforman con mear encima.

Anónimo dijo...

Neska, que ya te dije que me incomodaba cosa mala este relato. Es inquietante hasta decir prou, y encima, eh? encima, tengo que dormir con mi perro debajo de la cama. Si, esa bestia celosa que se pone tonton cada vez que mi musa me roza para darme un beso..... y que cuando nos metemos en la cama (a dormir, no pienses mal) resopla y se larga a otra habitación. Aish, que vida la mia.... siesqueeeeee

Anónimo dijo...

¿Un gato-perro se comporta de manera similar?

Podría ser peligroso.

irenedxs dijo...

Ja ja ja, mi gata es igual de celosona (las mujeres, ya se sabe)... El otro día andaba potando por la casa... ya no sabe qué hacer para llamar la atención! Va a ser que los gato-perros son igual de peligrosos e inestables en sus afectos y pertenencias. Qué miedito, no?