lunes, 7 de julio de 2008

embarrada por dentro y por fuera

Primer capítulo de la serie: "de festivales de verano".
Acabo de volver de Bilbao.
Tengo okupillas, pero no me importa, voy superando eso de ser soledad-adicta.
Bilbao. Qué ciudad más rara.
Me impresiona ver montes tan altos y tan verdes al final de calles tan urbanitas.


Desde la ventana de casa de mi amigo, que vive en el "centro", se veían gallinas y un enorme gallo picoteando en una rotonda. Duermen en el caserio de la izquierda, que da a la rotonda. Es todo como muy salvaje. En todos los sentidos.
Y nos cayó un diluvio en pleno julio.
Le di la mano a Lenny Kravitz. Más curioso aún.
Tuve un dilema moral: ¿sigo mojándome y arriesgándome a un pasmo o me protejo de lo que me cae?. Me quedé. Pero después de REM inicié la huída como todo el mundo; me perdí a The Prodigy. También me perdí a Madness, por sueño. Y frío. Y soledad. Más raro aún.
Ando con los pensamientos como mi mochila, llena de barro y desordenada.
Me gusta la soledad y no. Me apetece y no. Ando liada.
Ya me lo pensaré.
Por ahora he descargado las fotos nada más llegar. Mucho más de lo usual. Raro.
El primer día llegamos a concierto empezado y seguimos el aragonés-system: desde atrás y por el medio. Nos quedamos ahí, en el medio. Ni cerca ni lejos. Vimos la barba de Sting en la pantalla gigante, casi como verlo en casa de pie, a empujones con tus amigos.
Pero eso no me iba a pasar con REM, me metí a las 6 a guardar sitio. Casi 6 horas antes. Tenía un sitio ideal. Junto a la valla para apoyarme y cerca.


No lo podía perder por nada del mundo. Ni siquiera cuando se abrieron los cielos sobre mí. Ni seis horas después de cantar bajo la lluvia. En la huída nadábamos en barro. Al día siguiente medio monte vallado, aparejo desmontado y montones de barro acumulado por tractores demostraban que había sido tan asqueroso como recordaban mis pantalones (que por cierto, los tengo que sacar de la mochila).


Esto de los festivales es todo un mundo. Deberían escribir un manual del usuario. Igual me lanzo y lo hago yo un día. Con un apartado para solitarios dubitativos. Con las páginas en azul para acceder rápido en momentos de emergencia.
Un día explico esto de mi nueva percepción sobre mi relación con la soledad.
Tengo que masticarlo un poco más.

No hay comentarios: