Mira que soy... a veces me pongo de un críptico sin sentido, que me pone nerviosa. No me expreso con la claridad que debiera, especialmente en cualquier asunto que ataña mi vida emocional. Cuántos miedos. Cuántas mentiras y verdades a medias (que son aún peores).
Ni siquiera aquí, en este tablón de desahogos, soy clara para nada. Siempre escondo las cosas más importantes tras las palabras, mis fieles aliadas en la batalla que libro contra mi realidad.
Digo yo, a quién le escondo qué. No sé quién me creo que va a pensar qué cosa sobre no se sabe muy bien qué otra. Siempre guardándome cosas para mí. Siempre escondiéndome. Y al final de la única persona que me escondo es de mí misma; mi juicio es el que más temo. Con motivo. Soy cáustica y cruel conmigo. Parece que me guste hacerme daño, urgar en la herida que más duele. Super útil, claro.
Hoy voy a hacer un esfuerzo de claridad, venga.
Empezaré por los agradecimientos, que eso se me da bien.
Debo mucho a Pilar en este nuevo trabajo personal. Muchas gracias, Pilar. Nuestras conversaciones son clave para todos los avances que estoy teniendo últimamente, y a veces no sé si se lo agradezco bastante, porque no sé si lo hubiera hecho tan bien sin ella. Sabía que me había atascado pero ni sabía dónde, ni sabía muy bien por dónde o cómo empezar a desatascarme. Huí de Barcelona, de mi relación fracasada conmigo misma, que hundió mi relación con Nacho y con el resto del mundo. Aterricé en Zaragoza más perdida que una aguja en un pajar. Sus misticismos y sus teorías de yoga, que ella cree que me tomo a cachondeo, me han enriquecido. Las comparta o no, esas teorías me han mostrado puntos de vista interesantísimos que han abierto las puertas de mi autoconocimiento. La sinceridad que despliega conmigo me ha ayudado a desplegar la mía como no lo había hecho antes. Ni siquiera con Rocío. Entonces no sabía que tenía mucho más que descender. Además, como soy así de cerradota, ahora que la tengo lejos, no es lo mismo. Necesito tenerla en mi día a día más de un día (valga la rebuznancia) para empezar a compartirme con soltura. Y gracias que con ella he podido hacerlo todo este tiempo, si no, me hubiera consumido. Parece tontería, pero contarle a ella mis cosas, me obligaba a escucharlas en voz alta. Escuchar su vida y analizarla me daba claves para analizar la mía. Desearía seguir teniéndola cerca, especialmente ahora.
Cada vez me abro más y me da menos miedo ser juzgada, probablemente porque cada vez me tomo menos en serio. Parto de la base de que lo más seguro es que esté equivocada y que no pasa nada por ello. Me gusta equivocarme. Me hace sentir más segura. Antes consideraba aceptar un error como un proceso doloroso en el cual había que hacer acto de constrición, autoflajelamiento y actitud moralizante, por lo menos. Mira que soy prepotente y sabelotodo, cojones... lo que pasaba es que me pensaba que me equivocaba poco. Pero bueno, saber que uno tiene una adicción no es suficiente para acabar con ella. Es el paso que da pie al primer paso, ni siquiera constituye un paso de por sí. Yo pensaba que sí. Por eso he tardado tantísimo en entender todo lo que hice/hago mal en mi relación conmigo, con el mundo, y también con Nacho. Dos años y medio después empiezo a entender las cosas más importantes.
Hubiéramos sido tremendamente infelices. Con todo lo que yo lo quería... y lo sigo queriendo.
Muchas gracias a todos los que me escucháis y me aguantáis. A los que me queréis. Sobre todo eso, joder, gracias por quererme. No sé si todo el mundo lo siente como yo, igual por mis carencias afectivas toma un lugar tan importante en mi vida el hecho de saber que alguien me quiere. Pero es que cada pequeña muestra de amor me inunda de algo tan bonito que no hay palabras para describirlo. Cada vez que cualquiera de vosotras me mira y me sonríe, lloraría de emoción porque siento el calor del afecto en lo más profundo de mi ser. Cada beso, cada abrazo... no puedo explicarlo. Saber que me queréis es lo único que me importa de verdad. Gracias por quererme, es lo más grande que podéis hacer por mí. A pesar de que yo no lo ponga nada fácil, lo sé.
Pero bueno, nunca es tarde para pedir perdón.
Por ello, lo siguiente será disculparme, que es otra cosa que se me da bien.
Siento ser tan yo, tan mía... ir de dura por la vida. Creo que cada vez lo hago un poco menos. creo que cada vez cierro menos puertas sobre mi corazón. Más o menos.
En este tiempo ha habido personas que han intentado alcanzarlo y no he permitido el más mínimo acercamiento. Siento haber estado tan fría, tan cerrada, tan inaccesible todo este tiempo. Siento haber hecho daño, pero mi intención era, en realidad, evitarlo. Sigo pensando que no estoy preparada para una relación, que me queda mucho por madurar y aprender de mí misma antes de compartirme con nadie. No me sale. Aún no. Pero intuyo que ya no queda tanto.
Aún y con todo, el idiota de mi cuerpo hormonado se empeña en buscarme pareja, ja ja ja. Eso sí que es bueno. Es curiosísimo observar cómo la química de mi cuerpo reacciona y manda señales a un cerebro que, a estas alturas, ya se sabe de qué va la película. Mi cuerpo busca un padre/madre para mis hijos. Ja ja ja ja, es muy fuerte, pero es así. Que me doy yo cuenta. Otra cosa es lo que yo piense, que como he dicho alguna vez, del pensamiento al sentimiento va un buen trecho. Yo no controlo lo que siento, pero al menos puedo comprenderlo. Lo que pienso sí es cosa mía y por ello me rijo. Controlarlo, controlarlo... eso es otra cosa.
Bueno, a lo que iba, que quiero ser clara. Yo, mi yo, mi persona, mi ego, Irene y todas las facetas de esta personita rara que soy...
Me veo un poco más feliz (no sólo alegre) aunque todavía muy insegura y autodestructiva. Sigo siendo mi jodido enemigo y, aunque a veces me quiero, suelo tratarme con el mismo desprecio con el que me dirijo a quien debió haberme enseñado a quererme: mi madre. Tratarla con desprecio me aleja de sus ataques pero me deja sin defensa ante los míos, que son mucho peores. No parezco aceptar el hecho de que mi madre está enferma y eso supone que nuestra relación nunca será sana ni normal y no puedo permitir que eso afecte a todas mis relaciones personales. No puede ni debe ser la base en la que establecer nada porque hará que todo a mi alrededor siga bailando. No valoro el cariño que recibo de fuera tal y como me viene. Siempre he pensado que la gente me quería por pena, porque durante mi infancia busqué ese sentimiento como único sistema de crear una red de afectos que me mantuviera a flote. Eso está lejos ya, y aunque ninguno de los afectos que hoy en día me dan aliento de vida tiene nada que ver con la pena, sino con cariños adultos basados en relaciones adultas, en los días de lluvia reina en mi interior el sentimiento de que sigo sin merecer lo que tengo. No es siempre, esa duda sólo me asalta en los momentos oscuros, pero me mata sentir que no merezco nada de lo que tengo aunque sólo sea por un rato. Me gustaría poder perdonarme por todos mis continuos errores y quererme tan imperfecta. Pero no puedo hacerlo. O aún no he aprendido. Por ahora intento aprender a descubrirlos y a comprenderlos. Dejar de cometerlos no es una opción, para dejar de errar sólo existe dejar de actuar y eso no cabe en mi desesperada ansia de vida. Si la empatía me ha permitido perdonar prácticamente cualquier error ajeno, sólo porque yo siempre sería capaz de cometerlo... tendré que empezar a usar la empatía conmigo misma y comprender que equivocarme no me da derecho a juzgarme y castigarme; sólo me da derecho a equivocarme otra vez más.
Así que... chan chan chan... hoy me toca pedirme perdón a mi misma. Y eso se me da peor.
Irene, perdónanos. Yo, mi yo y mi persona sabemos que la buena intención se te presupone, que eso no es óbice, bla, bla, bla... pero también sabemos que cada vez que te equivocas sufres y que cada día luchas por ser mejor en cada cosa que haces. Quiero que aprendamos a querernos más. No quiero pegarme otra tarde como la de ayer, luchando por dejar mi mente en blanco para no pensar mierda, luchando por no culparme de toda esta miseria, luchando por convencerme de que no es culpa mía que mi madre esté como un cencerro y que mi familia esté desmembrada y perdida, luchando por descubrir si me he comportado como debía (además, eso quién lo dice). Un día de estos, espero poder pensar que sigo siendo un desastre, una bocazas, una inconsciente, una egocéntrica... todo lo que quieras, pero que soy así, que no está tan mal, y que sólo soy culpable de no saber hacer bien las cosas. Y sentirlo de verdad. Sobre todo eso. Sentirlo. No sólo pensarlo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Tu eres tonta. Y a pesar de eso (o precisamente por ello mismo) te quiero. Con tus inseguridades. Con tu tirria y tus ganas de machacarte. Con las riseras que nos examos en el coche camino Bilbau con tu cara de flipada con la tierra que me ha acogido. Con tus achuses en el concierto de Rem. Con el momento terraza hace mil años. Pero sobre todo quiero a la amiga que se ha convertido en vecina, que siempre anda por ahi, y a la que se que puedo rayar mil por mail para que me conteste lo que tendria que contestarse a ella mas de una vez.
Tu eres tonta.
http://es.youtube.com/watch?v=MdUdlR7XfAw
Yo también te quiero con locura niña! Ja ja ja, maaaa si me he reído con el vídeo. Cuando he leído el título ya me he empezado a reir, pero anda que no me he partido el culo con el ratón! Me persiguen...
Y, hombre, ya me sé que soy tonta, ya, tontal culo, pero es que hija, tengo taaaaaanto trecho que recorrer, que por mucho que me sepa el camino, aún no he llegao ni a la mitad del principio del way. Es lo que digo, aceptar que tiene uno una adicción no es ni el primer paso, es simplemente eso: aceptar uno que tiene una adicción. Yo ando a trancas y barrancas con los procesos de superación de mis adicciones autodestructivas, pero la teoría me la sé muy bien, profe!
La amistad consiste en eso, yo te digo a ti lo que necesito oír yo y tú me dices a mí lo que necesitas decirte a tí. Nos queremoooos!
Mmm... Buf! Eeeeehh.. Digo... Entonces... Pues vaya!
Desenvainad! Sus defensas caen! Preparar una ofensiva! No hagáis prisioneros! No tengáis piedad! Os alimentaréis de sentimientos! Beberéis lágrimas! Violaréis recuerdos! Cabalgad y no paréis!
Recordar: del Latín re-cordis. Volver a pasar por el corazón.
uawt iawevtñiawevtuouawetiopetuiwnoeWRNU`WEETNWVIO´HIOWEVHwetiowe`wej ppejn`tn`buwtn9òwetnùwetùwojo`wetinjuwbno9uqwnopjqwbno`pwbuwjabioabmjawtopjawevbmopmbjoprbj npwjuqopwbtp+wtjuptpjkjkpawtojuwbtopbu``pnmuujutoptjopbbp++opmbjopmjjp+tuopmju+joupwemomwebpnoubqwtopqwrtojepqwtnmojrbtopqwtmpjjqwvbpjweptqwmpjpqwevojopjwerbpmjoqwbpjoqw4bmop+eipqbmoiqopjopjmpwebyjpwrbmjpjwjawebmio`jawbopjwtmopwtopjqwrbtmopqwerbjpmo+mrtopjwerbgpoerbgmbjqwrbopmjopqjp....
Ese es el resumen de mi estancia en Menorca.
Ah! También me enamoré una mañana en una rave de una chica preciosa, y dejo un par de amistades a medias. Lástima! Otro día me reencontré con una persona y le perdoné.
Un día descifraré el significado de este viaje. Todo tiene un significado, todo vale para algo. Me resisto a pensar que algo no sirve para nada. Nunca perdemos el tiempo. A sacarle el jugo toca. Que vivan las explosiones de sabor! Que pena que sean tan escasas.
Publicar un comentario