miércoles, 24 de marzo de 2010

el cataclismo magnético: nuestra última esperanza

Me voy radicalizando por culpa de la crisis. A ver, que ni siquiera la he mirado, no se vaya a creer que a mí también me la ha colado. Va por ahí haciéndose la importante, como si tan siquiera existiera en otro sitio que no sea en las plumas obedientes del periodista morboso que se cree que, todo lo que dice, lo dice porque lo ha pensado él solito. Yo no me creo el Sistema.
Fear is a weapon of mass destruction... Faithless dixit.
Pero lo cierto es que mi cuenta corriente está jodida. Y ahí es donde volvemos a tener que agachar la cabeza y reconocer que SU proyecto de Sistema (el de las gandes corporaciones familiares, poseedoras de todas las decisiones clave) no sólo fue el que triunfó, si no que es asquerosamente eficaz. Cedo.
Cuando el esclavismo fue abolido, un brillante economista predijo que el futuro del esclavismo estaba no en poseer al hombre, si no en poseer su sueldo. Y entonces inventaron los bancos, los créditos... y la Bolsa, una demostración de chulería.

El asunto es que ya tengo trabajo y me fastidia enormemente que esto del sueldo en vez de ir a mejor con los años, cada vez va a peor. ¿Cómo puede ser que ahora tenga que optar a sueldos inferiores a los que disfrutaba hace 5 años? Joder, que estoy harta de tener 2 curros, q me canso... al menos he encontrado algo interesante para esas 40 horas semanales, me sentiré menos esclava e incluso un poco más feliz [denme placebo, por favor], pero como dice mi amiga Pilar, lo importante del trabajo no es el sueldo sino el hecho de estar "aportando" algo. Y en mi último curro me tuvieron maniatada más de 6 meses y aquello me dejó un sabor de boca indeleble... fue un poco insoportable. Ahora arrastro un poso de miedo al ostracismo. Pero creo q he encontrado la orma de mi zapato.
¿Y porqué he encontrado curro tan rápido y tan fácil?, pero, ¿no había tanto paro?. Mandé 4 CVs por Infojobs, fui a 3 entrevistas y me ofrecen esos 3 puestos... Porque los trabajos decentes ahora están bien sujetos en manos de sus dueños, asustados por nuestra amiga la pluma manipulada, que prefieren no dejar escapar entre sus dedos la seguridad de que sus ofrendas lleguen puntualmente al dios Banco, antes que probar a hacer cosas nuevas y más divertidas. Ojo, que yo he aprendido (y mucho) a valorar la estabilidad... pero esto no tiene nada que ver con eso. Se llama MIEDO.

Así que de nuevo el miedo a un incierto porvenir vuelve a atenazar a la humanidad a comienzos de siglo, y guiados sólo por su fe ciega en los que los esclavizan, son capaces de perder su dignidad y hasta su vida por mantener en pie un sistema que se cae por el peso su propia injusticia. Mueren hombres enfermos de enfermedades incurables (SIDA y cáncer) y otras nuevas y desconocidas que nos hacen desconfiar a unos de otros (gripe A)...
¿Soy yo la única a la que este panorama le recuerda a los comienzos del siglo XIV?; cuando la mitad de la población europea murió por la peste bubónica, la gripe y otras enfermedades; cuando los que quedaban vivos entregaban sus últimos alientos de vida por los señores feudales y los monjes –claros culpables de su miseria– sólo porque aquel era el único sistema que conocían y por pánico a cualquier otra posibilidad; cuando la ignorancia era tanta y tan profunda que el mero hecho de que la autoridad eclesiástica creyera que fuera posible que llegara "el fin del mundo" con el nuevo siglo, hizo que todos estuviesen convencidos de ello, y así, aterrados y arrepentidos de no sé qué, se entregaran a hacer aún más ricos a los ricos y aún más pobres a los pobres...

No sé, no quiero ponerme a filosofar más de la cuenta, pero a mí me da que pensar. ¿Está en la naturaleza humana y alguien se aprovecha de este bucle absurdo o llevan forzándolo siglos? O sea, ¿la historia se repite sola o lo provocan los q están en el poder, las corporaciones, el club de Bildelberg y todo estos para su beneficio?

Y ya para acabar de rematarla, y para q no quede duda de cuál es nuestro papel en SU mundo, para ejemplo , un botón: en una entrevista de trabajo, por supuesto previa mención a los honorarios, me mandan deberes! Yo y otras 10 (sí, todo mujeres) regalamos nuestro precioso tiempo sin saber ni para qué. ¿Porqué ya no se habla del sueldo en las entrevistas de trabajo? Porque para tí ha de ser lo de menos. Es más importante que tú asegures beneficios a la empresa a que ellos te los aseguren a tí. El trabajo es una bendición y está mal visto pedir compensación a cambio.
La persona que había tras el esclavo no era lo importante, sólo su trabajo. Esto me suena...
¿A dónde vamos a llegar?
Yo quiero un cataclismo magnético ya, por favor...

lunes, 8 de marzo de 2010

me estoy volviendo antisistema

Llueve y llueve sin parar. Gota tras gota, lágrimas derramadas por los muros de la ciudad que arrastran en trágica marea la pintura que intentaba ocultar sus cicatrices infinitas, como el mar, mi mundo se extiende hacia el horizonte y regresa sin recordar haber mojado estas arenas mucho antes de llegar... me entra hasta la melancolía moñas con este tiempo de perros.
"Dejarse llevar suena demasiado bien"... dice Vetusta Morla en Copenhage.
Pues yo estoy un poco en ello. Últimamente regresan las dudas y los miedos con fuerzas renovadas, pero parecen nuevos y desconocidos. No sé si porque el invierno se me está haciendo largo, porque el paro me empieza a pesar en la conciencia o porque temo reconocer con entereza que me da pereza volver a trabajar, que me da pereza volver a buscar(me), que me da pereza sumar nuevas luchas a mi lista de tareas por hacer. No sé el porqué, todavía. Intuyo que hay mucho de miedo en esta nueva sensación que atenaza mi estómago en los ratos libres.
Mañana serán todos.
Por ahora me voy dejando llevar a ver si se me ocurre algo por el camino.
Supongo que hasta ahora el curso del Inaem rellenaba el hueco por el que se constipaba mi conciencia; vuelven las miasmas reforzadas a enfermar mi espíritu libre y convencerme de que tengo que hacer exactamente lo que marca la sociedad. Y estoy tan poco convencida de todo que me da miedo empezar a convencerme de todo lo contrario.
Todo empezó con Zeitgeist y vaporosas conversaciones en torno a la injusticia y la esperanza. Y al final va a resultar que me voy a convertir en una auténtica antisistema. Vaya con la Ley del Péndulo...