jueves, 4 de diciembre de 2008

invierno es un tipo frío

Otra vez estos capotes encielados, otra vez estos agobios nubosos, este helado friador que desalma ni ánima. Cuán difícil es sonreir en invierno.
La piel tirante de mi cara maltratada por el viento no quiere hacer el esfuerzo de estirarse, oculta tras el impertérrito palestino que no me acompaña a la cama porque temo ahorcarme con él, que si no dormiríamos juntos.
Suena "Enero en la playa"... ójala pudiera hacer ambos viajes, el que me devuelva al mar, y el que me traslade a las noches pegajosas del verano junto al Mediterráneo. A veces me arrepiento de haberme alejado de él. A veces me arrepiento de cosas, pero sólo me dura un rato.
A veces hace tanto frío que me arrepiento de haber vendido el coche en vez de la moto. Es sólo unos minutos, después caigo en que tendría que haber vendido tres motos como la mía para conseguir el dinero que me dieron por el pobre Toledo. Cada vez que me cruzo con uno verde, le busco la matrícula, con la esperanza de volver a verlo. Y no es tontería, a Pedrito (el primero, el corsita) me lo crucé varias veces. Un día lo ví aparcado y me acerqué a preguntarle qué tal. Me habló bien de su nueva dueña. Le dejé una notita en el parabrisas agradeciéndoselo. Cuando vendí a la Golfa en Barna, la seguí buscando por los semáforos, en las rondas... pero no volví a verla nunca más. Aún la echo de menos. Sobre todo en invierno. En verano no añoro en absoluto su refrigeración estropeada durante tres años, que me obligaba a ir con la calefacción a toda leche para que no ardiera el motor; madre mía qué viajecitos a las tres de la tarde que nos daba la tía...
Parece mentira cómo se llega a personificar a estos objetos que nos acompañan en nuestro día a día. Del mismo modo que personificamos a los animales. Del mismo modo que personificamos a los jefes, incluso...
O personificamos las estaciones. Yo con el invierno tengo una "relación" muy difícil. Me quita mucho más de lo que me da. Especialmente en salud. Pero sin embargo, es en este mes donde se acumulan muchas de las fechas que más me gustan. Qué ironía. Mi cumpleaños, las navidades, el año viejo/nuevo, la noche de reyes (que desde que tengo sobrina, vuelve a tener magia), el cumpleaños de mi abuela, la super-cena familiar que ofrece mi madre cual Isabel Preysler de postín... y la festividad de San Valero rosconero, que me encanta por ese nombre tan sonoro y pachanguero.
Así que aquí estoy, con el cuerpo a bajo cero, intentando convencerme de que Invierno en realidad me quiere, pero que tiene esta manera un poco fría de tratarme porque tuvo una infancia terrible y no se expresa con la calidez debida. Pero hay que darle tiempo, en cuestión de unos meses ha aprendido la lección y pasará de soplarme a la cara como si yo fuera un vulgar chucho, a darme cálidos abrazos y lenguetazos en las axilas... mmmm, qué bella imagen.
Os dejo con ella.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Cuentas a infinito

Al final logré que entendiera que es de buena educación despedirse de la gente cuando uno se va. Lo que no entendió quedará sin ser entendido. Tampoco era tan necesario. Creo que lo importante quedó dicho y hecho. Creo.
Sé que notaré este vacío mucho tiempo. Pero también sé que me siento bien hacia él y él se sentía bien conmigo. Eso es mucho más de lo que podré decir jamás, probablemente.
Alguna vez me dijo que no lo merecía. Y yo pensé mil veces que yo a él menos. Y quizás no sea cuestión de merecer o no merecer, uno recibe lo que el otro quiere dar y da lo que le sale ofrecer. Yo no doy a cambio, ni recibo quedando en deuda. Disfruto de lo que espero y no llega incluso, porque eso abre la puerta a que llegue lo que no imaginé. Él me hizo muchas de esas. Nuestras cuentas quedaron a cero. O mejor dicho a infinito, que es más bonito.

Ahora aparecen esas cosas en las que uno no pensaba. Ese momento del "esto me lo quedo yo", "¿no quieres guardarte esto?". Me quedé fotos, un pañuelo que no le vi puesto jamás y la bufanda que no se quitaba ni para comer. Y un folio doblado por la mitad con greguerías y un poema. ¿Cuántas veces puedo redescubrir a mi abuelo?
En mi estantería descansan sus recuerdos. Ahora cuidaré yo de ellos.
Detrás vendrán otras cosas que ahora no quiero ni plantearme. Tendré que enfrentarme a sus recuerdos, a sus miedos, a mis recuerdos, a los recuerdos de mis miedos, a los recuerdos de mis recuerdos y a recuerdos que se tornarán en miedos, en situaciones y personas reales. Pero sobre todo, a mis sentimientos. Algunos voy a tener que desempolvarlos y volver a digerirlos con mi estómago de adulto en ciernes, a ver si la cosa mejora un poco. No sé qué saldrá. Lo único que tengo claro es que cuando me ponga, voy a tener una serie de digestiones pesadas... Haré acopio de almagato.
Mientras tanto, sus caritas me sonríen desde la estantería y me ayudan a hacer más fácil el trago de dejar pasar a mi abuelo por mis venas para perderse con el viento que azota mi cara en este invierno largo y estrecho.
Cuando pueda mirarlas de cerca, os colgaré sus fotos.
Gracias a todos por haber estado a mi lado, aunque las palabras jamás puedan expresar lo que siento y lo que pienso, nunca me cansaré de repetíroslo. Os quiero mucho y de verdad, que haga lo que haga, no os merezco. Aunque lo cierto es que ni lo pretendo. No puedo. Por alguna razón que sólo vosotros sabéis estáis siempre a mi lado. Gracias, gracias de todo corazón.
GRACIAS a todos, todos...


PD. Si alguno ha entrado antes, sabrá que la fecha no corresponde con el día que lo he colgado. Sin más.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

encerrada

Me siento encerrada. Queda un cuarto de hora para que dé la hora a la que me voy a ir, que no coincide exactamente con la hora a la que me tendría que ir, pero me da igual. He comido un cutre-sandwich de máquina para ganar tiempo y me voy antes. Al que no le guste que me lo venga a explicar. Yo con esa señora no pienso volver a hablar.
Ya sé que no llego, que Santiago ya ha colgado el teléfono. Como siempre, antes de despedirse. Con lo que me había costado a mí que el hombre dijera "hola" y "adios" y hasta que me preguntara por mí. Y cuando lo consigo, me vuelve a las andadas.
De todos modos, no puedo perder la esperanza. Es que me es imposible, es una cosa que es superior a mi completamente. Ahí sigue la pobre, empecinada en que cuando yo llegue va a suceder algo extraordinario que me permita decirle adios. Tiene una carita... agazapada en una esquinita bajo la mesa. Me mira a mí, mira al reloj, y sigue con ese brillo en los ojos, convencida de que nos dará una oportunidad el destino.
Pero el destino está ocupado en otras cosas., creo...

lunes, 27 de octubre de 2008

cordero con piel de lobo

Iba caminando por un bosque de frondosa vegetación acompañada de mi amigo el ciervo, cuando nos cruzamos con un salvaje lobo blanco. Instintivamente di un paso atrás, pero su figura me despertaba sentimientos encontrados. Por un lado, un lobo salvaje no es precisamente el típico animal del que confiar. Pero por otro lado, la mirada azul y limpia de sus ojos clavándose en los míos contrariaba mi razón. Algo me impulsaba a acercarme a quien, en la lógica, era un enemigo natural. Pero yo tampoco sigo los designios, las rutinas, lo sobrentendido de mi especie. Tópicos. Nunca los he compartido, me entretengo en pisarlos para demostrar su absoluta inutilidad. Eso fue lo que me atrajo de ese lobo blanco, la sensación de que existía en él un mundo interior que yo comprendía. Lo aprendido y lo aprehendido, que no son lo mismo. La lucha contra un mundo exterior inhóspito, la batalla contra un demonio interior, la guerra continua que te aparta del mundo y hasta de ti mismo. Ese nexo común que sin saber porqué, sabía que existía. Mi amigo el ciervo me observó. "Es amigo mío", me dijo. Y seguimos nuestro camino.
Otro dia, observé al lobo blanco por entre la maleza, desde donde no podía verme. Caminaba por una senda, olisqueando flores y admirando la belleza de la naturaleza. Una ardilla cayó del árbol donde se ocultaba a los pies del sorprendido lobo. Él la miró, la olisqueó. El pobre roedor se protegía hecho una bola, temblando. El lobo giro su cabeza, elevó una ceja y continuó su camino. No me sorprendió, yo siempre supe que su actitud de lobo salvaje era poco más que una pose de defensa, y que bajo su fiereza se escondía un alma sensible. A veces coincidíamos con otros animales a beber en las charcas y yo le miraba de reojo, a sabiendas de que él no se había percatado de mi presencia en el bosque, pues yo me mantenía bajo las faldas del ciervo, sin mezclarme mucho con la manada. Pensaba cómo haría para acercarme a entablar amistad con él. Cómo iba un lobo blanco a querer ser amigo de un insignificante y estúpido saltamontes. Yo le veía hablar con el ciervo, con la gineta, con la serpiente, con los zorros... pero cada día me sentía más cercana a él.
Un día el ciervo se cansó de mis inseguridades y me obligó a tratar con los otros animales. El lobo, que siempre había llamado tanto mi atención, pasó a un segundo plano. Eran tantos los animales que ahora paseaban conmigo por el bosque, que no tenía tiempo de plantearme el acoso y derribo de los sistemas de defensa del lobo blanco para llegar hasta él. Ese acercamiento sucedió de una manera natural.
El lobo blanco y yo nos tomamos mucho aprecio, los dos intuíamos ese punto en común, ese mundo interior oculto, esa fachada protectora. Pude poco a poco acercarme a todos los animales, uno a uno. Descubrir la increíble belleza interior del zorro, la tierna inseguridad de la serpiente... y el lobo fue dejando caer sus barreras, aunque siempre con un ojo puesto en su espalda, pues como buen lobo, jamás baja la guardia, siempre atento a lanzar su ataque antes de ser atacado. Yo también, presta a saltar a otra rama antes de que cruja la actual.
Mis patas saltarinas me llevaron de bosque en bosque, pero en las noches de luna llena, subía hasta el más alto árbol y lanzaba al aire mensajes para mis queridos amigos de aquel bosque montañoso tan añorado. Ahí fue cuando, ocultos en la oscuridad de la noche, me llegaron los más profundos y sinceros mensajes de mi amigo el lobo blanco. Sin necesidad de aclarar términos ni definir escenarios concretos, siempre supimos que nos entendíamos el uno al otro. Que nos queríamos incluso antes de poder considerarnos amigos.
Hoy día considero al lobo blanco uno de mis mejores y más valiosos amigos, no necesitamos beber de la misma charca ni cazar juntos para sentirnos unidos. Siendo él un lobo y yo un saltamontes, sabemos que nos entendemos porque en muchas cosas nos parecemos. Sólo que él aúlla en las noches de luna llena y yo rasco mis patas contra mi abdómen en época de celo.
El tiempo pasa para ambos, pero lejos de separarnos, va creando un universo común en el que nos comunicamos aún sin decirnos nada. Disfruto de verle pasear por el bosque y de compartir algún paseo con él. De nuestros mensajes a la luz de la luna. De las imágenes que desprenden sus sueños convertidos en aullar nocturno. De ir aprendiendo cómo es y cómo soy yo.
Cualquiera hubiera dicho que un saltamontes y un lobo blanco no pueden ser amigos. Pero ese mismo cualquiera no puede ver el mundo interior y la sensibilidad extrema que oculta el lobo tras sus fauces, ni puede intuir la inteligencia del saltamontes asustadizo que va de rama en rama, atronando la tarde con su incansable rascar de patas.
Hablar idiomas distintos, no implica ser diferentes. Igual que parecer una cosa, no implica serla. Sólo hay que tener una mente abierta para entender el lenguaje del otro y paciencia para observar y aprender de los animales que nos rodean.

Nightswimming, remembering that night, September's coming soon. I'm pining for the moon. And what if there were two, side by side in orbit, around the fairest sun?
That bright, tight forever drum could not describe nightswimming.
You, I thought I knew you. You, I cannot judge. You, I thought you knew me, this one's laughing quietly, underneath my breath. Nightswimming... deserves a quiet night...

martes, 14 de octubre de 2008

con la carne de punta (y los pelos de gallina)


Pensé que el concierto de Héroes del Silencio sería una especie de hito, pero aún no sabía cuánto me gustaba Extremoduro. Cuánto hemos compartido.
Dos horas y media de emoción a flor de piel, de recuerdos encendidos y abrazos, mordiscos, empujones, alaridos y demás desvaríos. Me faltó Kela. Aún diría que me faltó Nacho, pero Nacho ya no existe y quizás debería empezar a pensarlo.
No era consciente de hasta qué punto han estado siempre allí, desde el principio y sin descanso. En lo bueno y en lo malo. Como un madrimoñio.
Cada nota, cada verso traía enredado un recuerdo que, travieso, se me agarraba de los pelos y me escalaba por las piernas clavándose entre mis cejas...
Y de repente acudieron todos a mi pecho en cascada, arrollando mi sentido del rídiculo e inundando mis ojos de lágrimas de alegría y orgullo. Alegría porque los recuerdos, cuanto más intensos son, más bellos; aunque sean tristes, porque están vivos. Orgullo porque eran tantos que mi cerebro hiperactivo no podía procesarlos, sólo dejarlos desfilar en desorden, haciendo remolinos por los rincones, observando su alocada danza llena de colores, olores, sabores y sinsabores. Orgullo porque llegué a pensar que si alguien me contara mi vida, la envidiaría. Y es mía.

Envidio eso sí, los versos lúcidos del Robe.

No me levanto ni me acuesto día, que malvado cien veces no haya sido (incluso los que nos son suyos toman nueva luz en su boca)

De pensar en ti, me desangro y riego tu jardín.

Voy a empaparme en gasolina una vez más, voy a rasparme a ver si prendo y recorrer de punta a punta la ciudad, quemando nuestros malos sueños.

Soy trozos de lluvia y de sol, siento que se me acaba el calor.
Busco entre tus piernas la fe y hundo mi sol mojado en tu piel.

Sueña con su calavera y viene un perro y se la lleva y aleja las pesadillas dejando en un agujero unas flores amarillas pa acordarse de su pelo.

Me gustaría mucho más que te lavaras la cara sólo las mañanas que te diera la gana.

Las calles desbordadas de soledad, musitan su canción de asfalto y humedad.
La lluvia de gentes cesó a las doce y los escaparates, a oscuras, consumen la noche.

Y por si todo esto hubiera sido poco, después de seis años de sequía (yo creo que han estado reconstruyendo al Robe porque está que se sale), reinventan el rock y nos regalan La Ley Innata (descargar aquí). No puedo parar de escucharlo. Sus melodías arrastran mis emociones con una sencillez intangible, sus versos disparan puntas de flecha que, certeras, atraviesan mi corazón y mis pulmones y me inundan el estómago de sangre hirviendo. Me gustan tanto que duele.

Suena "Segundo movimiento - Lo de Fuera". Momentazo en el concierto, debe ser emocionante saber que tu disco lleva un mes en la calle y tantas personas lo saben ya de memoria.

Se me cae la casa desde que se marchó.
Ahora ya sólo espero el derribo y es que perdí la pista del eje del salón.
Estoy continuamente torcido y ahora sólo pienso en ella.

Buscando mi destino, viviendo en diferido, sin ser, ni oír, ni dar.
Y a cobro revertido quisiera hablar contigo y así sintonizar.

Sueño que empieza otra canción.
Vivo en el eco de su voz, entretenido, sigo la estela de su olor que me susurra: vámonos. Vente conmigo!


Post data: Se llama Teski. Es el tercer ratón en unos meses. Él ha conseguido que deje de ser una señora histérica y me ponga de la suficiente mala hostia como para exigir a la inútil de mi gata que lo arrinconara hasta que yo, con guantes por dios, lo he aferrado de la cola y lo he metido en un bote de salsa de tomate. Vacío. Obvio. Luego cuelgo la foto. Ahora lo tengo sobre mi mesa del curro, dentro del bote, acompañado de un trocín de queso, y tapado por una bolsa para no desconcentrar a mis compis. A ver quién tiene ahora güebos en mi comunidad de negarse a la fumigación. Yo le suelto a Teski y a ver qué pasa... Llevo un cabreooo!

miércoles, 8 de octubre de 2008

ciber-vidas

Tengo un blog (éste), un fotolog, un maiespéis, un féisbuk, un güindous-laif-güereber, una página en yutiub, una página güeb propiamente dicha, soy sucia de varios foros de muy variadas temáticas, tengo 3 direcciones de correo que uso con una relativa asiduidad –además del mésenyer, el eskáip y el chat de yajú– tengo puesto el anuncio de mi habitación en sendas páginas web... y el nombre con el que más me identifico nació como un nick en el IRC.
[Suena Circuit Breaker, de Royksopp, que no me pueden gustar más]
A veces me pregunto cuál de todas mis vidas es la más real, porque llega un momento en que todo este maremagnum toma vida propia y abduce la más tangible por momentos. Paso ratos interminables de mi vida física dedicada a la virtual. Y mi caso no es preocupante. Bueno, eso lo digo yo, lo mismo me pilla un psicoloco y dice lo contrario pero como no les tengo ninguna clase de fe me va a dar igual. Sobre nosotras, ya hablo yo que sé un poco de qué va el sarao.
A lo que iba, que mi caso no me parece preocupante (ya me he rajao). Más que por todo el tiempo que se puede llegar a pasar viviendo en red, por lo que me parece grave es por la intensidad y credulidad con que la gente vive en red. Hay peña que fundamenta su vida emocional en relaciones web-based. Eso no debe ser ni bueno.
Y no estoy entrando a juzgar el tema de la peña que tiene sociopatías y busca amigos/as - novio/a por internet. Yo no juzgo a nadie, no me queda tiempo porque tengo a todo el cuerpo jurídico de mi persona trabajando en mi propio proceso penal. Sólo me intereso por un fenómeno que contiene las claves de la sociedad a la que pertenezco y de la que vendrá.
Culpable sin duda alguna del infantilismo, de la incapacidad para asumir responsabilidades, del egoísmo, de la falta de conciencia de la realidad y de la escasa o nula dedicación al autoconocimiento y la autocrítica de la gran parte de la sociedad primermundista moderna. Y sobre todo y ante todo, la jodida necesidad incontenible de satisfacción inmediata que marca este mundo de impacientes tan poco dados a cualquier sacrificio. Pero yo no juzgo...
Tengo ganas de investigar a esta peña, sus porqués, sus paraqués y sobre todo, su percepción personal de la creciente tendencia de vivir ciber-vidas durante el tiempo físico. Me juego lo que quieras a que les parece lo más normal del mundo.
Lo masticaré bien y luego regurgitaré aquí mis conclusiones.
Aquí, aquí... ¿y esto qué es exactamente?
Quizás debería empezar esta investigación conmigo...

martes, 30 de septiembre de 2008

casi aterrizo con los piños...

Y esta vez no ha sido por torpeza mía. No sería de extrañar. Pero no, ha sido porque un pirado de la vida me persiguió con su "megusto" para demostrarme que la calle era suya y para darme una lección de vida: no todo el mundo respeta la vida humana.
Me incorporé a la circulación con la calma infinita de quien ha acabado su jornada laboral y, por primera tarde en mucho tiempo, no tiene más trabajo y se dispone a preparar un bizcocho de chocolate. Miré, leñe, miré, antes de que pienses mal. Y no venía nadie, quizás asomaba el principio de un coche blanco al fondo del todo, donde comenzaba la calle; si hubiera circulado a 50, no nos hubiéramos ni cruzado. Nada más pisar el asfalto oí el acelerón de ese motor super-válvico e instintivamente me aparté hacia la acera. Menos mal. Me pasó rugiendo un BMW blanco matrícula 9634-BNG a escasos 20 centímetros. Tan cerca que me empujó el aire que arrastraba enzarzado en sus ruedas furiosas. Pité. Antes pensé que no me había visto que pensar que había hecho una inconsciencia así aldreden. Me equivoqué. Tanto, que después de pasarme de largo pisando la línea continua, debió saltarse algún semáforo en rojo porque cien metros después, en el semáforo, cruzando una gran avenida, noto un bólido blanco que se me lanza encima. Con todas mis vísceras en el garganchón me aparto de su empujón, con el único sonido del rugir de su tremendo motor de "megusto" insatisfecho atronando mis pensamientos. Logro evitar el choque lateral con el homicida en potencia y a duras penas la farola que me espera con los brazos en jarras en la esquina contra la que he salido disparada. Tengo que hacer esfuerzos titánicos para evitar a la señora que me mira con pavor aferrada a su carrito de la compra en la acera y finalmente pasar las dos ruedas por el rebaje sin más golpe que el de la garrafa de 6 litros de agua que sale despedida por el movimiento. El muy enfermo se las ha apañado para perseguirme y volver a por mi. El gilipollas sobre ruedas, secuela patética de la obra maestra de Spielberg. Me arranco el casco y me giró con violencia buscando la matrícula del desgraciado. Mi cerebro, borracho de adrenalina, consigue ver lo que mis ojos intuyen y fotografío la placa del loco que se salta un semáforo en rojo ante mi mirada incrédula. 092. Policía local, dígame.
Me informan de que lo mejor es que acuda a la comisaría de la Nacional para denunciar penalmente la conducción temeraria del sujeto y me aseguran que mandan de inmediato una patrulla para interceptarle. Me pongo en marcha con tembleques y en el giro del semáforo que le ví saltarse en rojo, observo que el tipo hizo un giro prohibido de 180º y está parado en la acera de enfrente. El coche está en doble fila vacío. Espero al verde y paro el motor de la moto. No quiero ni cometer infracciones ni llamar la atención del tipejo éste. Sólo quiero comprobar la matrícula. Me acerco por detrás y de repente oigo una voz de toro increpándome. "Niñata, qué quieres ahora, ¿no has tenido suficiente?". Mierda. Lo tengo delante, tapándome la huída hacia mi moto, que me espera en la acera con las llaves puestas y la compra colgando. Estoy atrapada.
El individuo hace caso omiso de mis peticiones de respeto y se dedica a amenazarme sin sentido. Le informo de que le he denunciado a la policía y se ríe de mí, preguntándome dónde están "esos polis", dejando bien claro que estoy sola a su merced. Me asegura que lo que ha hecho conmigo lo hace a diario con otros tantos motoristas, alardea de que gracias a estas maniobras, ha visto muchos "cuerpos cubiertos con la manta", me grita y me insulta mientras se me ríe en la cara... hasta que las amenazas se elevan y, mientras fotografía con la cámara de su móvil la matrícula de mi moto, me asegura que me va a buscar con su camión y me va a "pasar por encima". Llegados a este punto yo he logrado girarle de modo que encuentro un hueco para huir hacia mi moto y salir pitando de la encerrona del cafre éste.
Temblado hasta las cejas me dirijo a la comisaría de la policía nacional, lanzando continuas miradas hacia atrás, por ver si el loco del "megusto" ha decidido seguirme y terminar lo comenzado. Una vez allí se pone en contacto conmigo la policía local quien me informa de que ya ha localizado al sujeto y me anima a que ponga dos denuncias, una por conducción temeraria y otra por amenazas, por la vía penal.
La nacional me pasa a una sala y me pide que les explique los hechos. Mientras esperamos a que llegue la patrulla de la local que le ha tomado los datos y declaración sobre lo sucedido, yo me siento y voy dando forma a mis pensamientos...
Es obvio que no es la primera vez que este individuo maltrata a una mujer. Es más, como en ningún momento me quité el casco porque temí que me pegara, desde el principio, él pensó todo el rato que hablaba con una chica de escasos veinte años, lo cual no le resultó obstáculo para amenazarme de muerte. Parecía disfrutar con su pavonerías y bravuconerías mientras me cerraba el camino y pegaba su metro ochenta a mi cara. Se le veía encantado de hacerse el chulo delante de una niña de 20 años asustada. Este tío debe tener alguna otra denuncia con toda seguridad. Eso en principio, correría a mi favor, pero lo cierto es que en todo caso se trata de mi palabra contra la suya. Tanto en la denuncia administrativa por conducción temeraria como en la penal por amenazas. Es más que probable que la denuncia no llegue a buen puerto por falta de pruebas. Y lo que es peor es que en el proceso judicial este tipejo peligroso obtendrá mis datos, mi dirección... peligroso porque, como se ha demostrado en este país de enfermos mentales, la violencia en el trato con otros seres humanos no está todo lo penada que debiera y muchas veces no se toma en serio la actitud enfermiza de algunos personajes hasta que otro ser humano pierde la vida. No tengo interés en ser una cifra de la estadística. Prefiero ser una persona viva.
Sé que peco de cobarde. Pero también de precavida. Sólo presenté la denuncia administrativa por conducción temeraria, tras asegurarme de que -de ninguna manera y jamás de los jamases- este personaje pudiera averiguar ningún dato sobre mí durante el trámite de ésta. La denuncia por la vía penal por las amenazas proferidas contra mi persona me espera en la mesa de la comisaría del Rabal. No me atreví a cursarla.
Por la noche salí a por nueces y andaba como un fugitivo, lanzando miradas por encima de los coches en busca del puto "megusto" blanco. No llegué a la tienda. Me volví antes. Tengo miedo. Y me jode, pero tengo miedo. Instinto de supervivencia, será.
Los malditos "megusto". Siempre me habían caído gordos, pero con el tiempo, les cojo más manía. Ese repugnante personaje que se compra un coche potente como si eso fuera a aumentar el tamaño de sus genitales, porque el de su cerebro es imposible, en tanto en cuanto el vacío no crece. Ese ser infrahumano que necesita demostrar al débil cuánto más fuerte es él en comparación. Ese pichafloja que necesita aparentar la potencia de la que carece. Ese típico machote que se compra un BMW porque "me gusta conducir". No, hijo, no, a tí lo que te gustaría es gustarte a ti mismo. Pero ni eso. Por eso vas con un "megusto" por la vida, a ver si consigues que los demás se crean todas las mentiras que ni tú te crees de ti mismo.
No te equivoques, no me das miedo tú. Me da miedo lo imbécil e inconsciente que eres, y la incapacidad física y orgánica que sufres para ver las consecuencias de tus actos. Me da miedo que el mundo no está preparado para protegerte de ti mismo y protegernos a los demás. Pero tú, tú me las traes floja, chaval.

PS. Suena El Loco, de Alice, el mejor grupo de rock salido de las entrañas de esta ciudad enferma.

martes, 23 de septiembre de 2008

aterriZaje forZoso

He caído con poca delicadeza. Como acostumbro. Yo no aterrizo, yo patapumbo.
Suena High and Dry, de Radiohead.
Vuelvo de mi periplo emocio-pirenaico con el cerebro licuado en mocos infinitos, el pecho tan cargado que voy silbando barruntos y gorgojos, y muy pocas ganas de retomar mi rutina.
Encima fuera llueve. Por si fuera poco.
Me sueno los mocos que arrastran pensamientos ínfimos, como si quisiera vaciar mi mente de lo que no quiere ni empezar a pensar, porque ella sabe que no nos interesa, ni a ti ni a mi.
Comienzo caminos que abandono por el primer atajo que encuentro. Me dejo llevar por la corriente del tempus fugit y carpo mis diem sin mala conciencia. Al que no piensa esto no le afecta.
Este cielo blanco me atosiga y fulmina mi tímida sonrisa cada vez que intento despejarlo con mi mirada de rayos Z.
Zozobro por mi casa sin remedio y me niego la posibilidad de ponerme a pensar y ordenar todas las cosas que debo.
Zascandileo por las carpetas de mi ordenador sin remedio porque mi cerebro mononeuronal está trabajando a máximo rendimiento en la retaguardia y no puede calcular guías ni cajas de texto al ritmo necesario.
Zarandeo mis sentimientos para que suelten todo lo que llevan en los bolsillos y se vayan de mí sin tomar nada a cambio.
Zigzageo entre recuerdos, miedos y esperanzas, aunque no quiero.
Zurzo mi presente para diseñar un futuro que me siente bien en las caderas y que me guste a mí y sólo a mí, que soy quien hay al otro lado del espejo.
Zanjo de un plumazo pensamientos y ensueños absurdos porque no quiero tener tiempo ni para ellos ni para sus ruidosos amigos.
Zumbando de un lado a otro porque quiero exprimir mis momentos con sencillez y sin dejar resquicios a la melancolía. No todavía.
Zzzzz... querría dormir mi día y retomar en la noche los recuerdos de las caricias, la ternura de la amiga que fabrica en un minuto la rutina de seis años perdida, la deshinibición de saberme entendida y la de disfrutar de provocar sus retinas podridas.
La contradicción nuestra de cada día.
Es Zurdo.

viernes, 12 de septiembre de 2008

a vueltas con los recuerdos

Hoy he llegado al curro, me he metido en mi correo personal (no pienses mal, a ver si tenía noticias del libro de casa, que tengo que informar a mi jefe... qué te habías creído) y me he encontrado una sopresa inesperada. Una antiquísima (joer, es que empiezo a ser viejuna ya) amiga del cole me había mandado un mensaje desde una página donde había colgado fotos del nuestro cole (fíjate si soy agüela que las fotos eran en blanco y negro...). Hace la de dios que no sabía de ella. Lo mismo más de 10 años. Igual me he pasado, pero por ahí, por ahí. Es de estas personas que por mucho tiempo que pase, deja un recuerdo imborrable que sabes que además es mutuo. Madre mía, si es que se cambió de colegio en cuarto o en quinto, que tendríamos 9 años... y las tres, Cristina Guardia Añaños, Begoña Pérez Gete e Irene, sabían que serían amigas para siempre. Que luego la vida hace contigo lo que quiere, pero bueno, para eso está el libre albedrío.
Un sábado por la mañana que andaba dando vueltas con Pedrito (el corsita que fue mi primera cocha) medio rayada, acabé aparcando en casa de la madre de Begoña y me planté en su casa. Así, a la brava. Hacía como... puff, imposible hacer la cuenta de años que hacía que no la veía. Y la saqué de la cama, pobre. Cuando se acabó de despertar debió dudar si había sido un sueño. Pero me apetecía y lo hice. Con Cristina compartí el resto del cole y aunque nuestras diferentes evoluciones nos separaron, después del instituto volvimos a reencontrarnos porque la escuela de turismo donde estudió estaba a media manzana de casa de mis padres. Nos estuvimos como dos o tres años carteando en Zaragoza. Descubrimos el sistema de reutilizar 20 veces el mismo sello. Nos fabricábamos los sobres con hojas de revistas. Fue realmente divertido. Pero una vez acabó la carrera y yo me fui de mi humilde capital de provincia, la cosa se enfrió. Hace como... ni idea de cuántos años, recibí una carta suya desde Canarias que nunca respondí, y maldita sea no sé porqué no lo hice. Ahora vuelve todo esto a mi recuerdo. Me gusta la sensación.
En la página de Begoña salen fotos del cole y de los profes.
Ha sido una extraña sensación. Volver a ver ese patio, perdón, recreo. Dios, tengo tantos recuerdos ahí. Buenos, malos, regulares, de varios colores.
Esto de reencontrarte con la infancia supone una terrible tentación, la de preguntarte si te veías entonces tal y como eres ahora. Yo, la verdad, no me veía en Zarapocha, me imaginaba en algún lugar un poco más cosmopolita. O así. Pero está bien. El mundo es ancho y si mi espalda me lo permite, la vida es larga. Ya habrá tiempo. Todo tiene su momento. Ahora tocaba éste y prefiero centrarme un poco, que no me vendrá mal. Este domingo acaba la Expo. La idea era irme en cuanto acabara pero he ido tanteando la cosa y está complicado. Dudo que de aquí al lunes pueda fijar mi residencia en otro lugar. Sin embargo, en contra de lo que me dijo tanta gente cuando regresé, no tengo el miedo de que Zarapocha me ate contra mi voluntad porque si una cosa he aprendido de mí es que, como se meta algo en la cabeza, arramblo con lo que sea, pero me tengo que salir con la mía. Será a la larga, pero será porque así lo deseo.
Por ahora me voy a por el tercer capítulo de la serie "de festivales de verano". Esta vez parece que no va a llover. Espero. Pero vamos, un sol de justicia, tampoco va a hacer. Curiosamente me voy con la misma persona con la que estuve en los dos anteriores, aunque en el primero todavía no nos habíamos cruzado; vamos a romper la maldición que nos persigue a ambos.
Tengo muchas ganas de pirinear. Mucha necesidad.
Me pongo nostálgica, voy a cambiar de tercio.
He colgado la canción de la maqueta con Halifa por si alguien es tan masoquista como para querer descargársela. En una de estas cuelgo el vídeo del concierto en youtube, pero va a ser que después de fiestas de Ansó...
Talibé_Halifa feat. irenedxs & Battosai
Si sólo quieres oírla, dale al play, arriba a la derecha. He quitado el inicio automático por vergüenza torera, pero en el siguiente post lo vuelvo a poner, debéis estar echando de menos la bienvenida musical.
Suena tanto silencio al abrir que me turba.
Quedan 2 horas para mi libertad.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

las mil maneras de contarte lo que pienso

Siempre me ha gustado la música. Siempre quise aprender a sacar de mí las melodías que suenan acompañando mis pasos, mis palabras, como los trazos de las escenas de mi vida que se desdibujan ante mis ojos sin que pueda definirlas... ay, perdón, que me he puesto a cantar...
Cuando tuve la oportunidad tuvo que venir alguien a joderla, a contaminarla con sus deseos y sus frustraciones a mí remitidas, repetidas, aprendidas, aguanto sometida... uy, otra vez.
Siempre me ha gustado la poesía que con su ritmo acelera la cadencia de mi sonrisa y despierta el movimiento de toda mi energía alrededor de tu mundo, tan profundo que oscurece los colores de las mil chispas que iluminan mi mirada, hacia arriba, hacia la lluvía fina que me impregna del olor de la fruta de esta temporada fría... vaya, no puedo parar...
Algo me hace rimar el ritmo de mi prosa de una manera encendida, casi poseída, aún cuando no era mía y sólo el trasegar de la ignorancia de mil tardes perdidas me hacía pasear por el borde de la vía, los brazos extendidos hacia ninguna salida, pensando en mi partida... no sé ni lo que digo!
Ahora entiendo que esta pesadilla tuvo en la rima su válvula de escape, que el ejército de deseos se arme, que ataque, aunque sea sólo un instante... y demuestre que a pesar de tí sigo tan viva
y tan eterna como una lágrima, es la música, cuchilla quirúrgica, que se adentra hasta el fondo de mi ánima, tan atípica, tan hipnótica, esta es mi rúbrica, la rima esdrújula, soy como pólvora, en esto soy única, mi lengua es bífida, mi canto armónico, va como un bólido, ya no sincrónizo, esto no es lógico, y ahora escúchate, me has cantado en tu mente aún sin saber, en esto consiste, esto no va parar, es la ciencia de las clases bajas que te hará rabiar, tómala o déjala, es fantástica, sigue la brújula, no seas púdica, lee mi mímica, hazte autocrítica, pasa de místicas, la vida es cínica, un poco cáustica, algo sarcástica, siente la química...
Cállate ya, joder, Irene, por favor un rato! Burp! (Lo siento, tragué aire)
Chico, no sé qué pasa que últimamente voy rimando con encanto las palabras que voy pensando, creo que esto vuelve a ser un canto, qué encanto... BASTA!
El viernes te lo cuento.
Estoy en pleno proceso creativo.
Siempre me entra cuando tengo cosas mucho más importantes que hacer. Cuando estaba de exámenes me invadía la inspiración literaria que era cosa mala. Ahora que tengo un montón de curro en casa voy componiendo hasta los gluglugueos de la ducha, escucha, esto es como una lucha... JOOOO, ya estoy otra vez.
Bueno. Eso. No voy a hacer frases largas que las rimo. (menudo timo)
Vale. Paro.
No sé a qué venía todo esto.
Se me ha ido.
Ah, sí, que me he colgado en myspace...

PS.- Esto lo escribí el viernes pero no me iba bien internés y no lo pude colgar. El resto de la semana lo he pasado de baja, pata arriba, currando como una loca en casa... y pasé de meterme en la red, que me engancho. Hoy, de vuelta a la ofi enchufada otra vez... puff! sé que está mal, pero si este maldito cacharro antediluviano que tengo no se pegara tanto rato con el bolo de colores dando vueltas, no me aburriría tanto!

jueves, 21 de agosto de 2008

easy life

Ayer veinte minutos, hoy media hora. Mañana me toca llegar cuarenta minutos tarde a trabajar, pero como la jornada acaba a las 2, difícilmente me puedo quedar a recuperar minutos a mediodia, así que demostraré que puedo llegar pronto si me lo propongo. Nada ha cambiado.
Quizás me duele un poco más la espalda que antes de las vacaciones. Pero da igual, este fin de semana tengo overbooking de eventos pirenaicos y no va a poder ser un impedimento.
Y hablando de términos aeronáuticos, no me hace pizca de gracia lo del avión que se ha estrellado. Yo sé que a mí no me va a tocar porque estas cosas uno las intuye. No moriré en un accidente aéreo. Sería una ironía ya que las pelis de catástrofes son mi debilidad. Pero después de la experiencia avioneta de hélices para volver de Ibiza, carape, tuvo una que hacer un esfuerzo de autocontrol y aplicar grandes dosis de humor al hecho de llevar el estómago levitando un metro sobre la cabeza durante una hora de interminable recorrido.
Y hablando de levitaciones, esta noche ha regresado una sensación que hace tiempo que no recuperaba en mis sueños, la del terrible vacío que crea el mar cuando se retira para formar una ola enorme a tus espaldas, que parece que tu estómago salga también arrastrado hacia atrás. Es un recuerdo que sólo vuelve con la intensidad deseada en sueños. Qué maravillosa mezcla de pánico y placer. Tampoco moriré ahogada, que nado muy bien.
Y hablando de nadar, cuento con pena los días que me quedan para volver a zambullirme en el mar. No hay sensación comparable con esa. Ayer monté un vídeo regalo para mis niñas, Pilar y Patricia, que tan geniales momentos me regalaron en Ibiza. Voy a ver si puedo encontrar un modo de subirlo aquí, si no, lo colgaré en el servidor y pondré un link. (PD: funcionó!)
Mientras tanto, os dejo la música de este veranito -dale al play que he quitado el inicio automático para que no moleste con el vídeo-, los últimos acordes de la vida alegre. Ya intuyo la llegada del frío y el azul de mis ojos se va volviendo plomizo...


sábado, 16 de agosto de 2008

companyeros de viaje

[Faltas de ortografía involuntarias arregladas]
Escribo desde Estocolmo, por eso ni hay eñes, ni acentos. Ya me jode. Cuando vuelva intentaré acordarme de arreglarlo...
Después de diez dias en Ibiza, el frío de Estocolmo me está sentando fatal para la espalda. Bueno, eso junto al hecho de que llevo un montón de días durmiendo fatal, poco y en cualquier lugar. Cabe que eso me haya cambiado un poco el estado de ánimo, pero vamos, que cuando una llega a una conclusión, el estado de ánimo es sólo un ingrediente, el sabor total del plato depende de todos los demás también. Mi conclusión es la siguiente: mi mejor compañera de viaje soy yo misma. Y mira que he tenido suerte con mis compis en mis viajes de este verano. Pero diantres... cuánto he echado de menos mi compañía, mi soledad, mis puntazos, mis solidecisiones y mis pateadas sin sentido, mis absurdos y mis lógicas aplastantes ante un mapa del revés, mis sentadas durante horas mirando un punto fijo, mis huídas a la nada para cantar a voz en grito... Por eso hoy estoy sola. Lo necesitaba como el aire. Bueno, y también porque mi espalda me impedía seguir el ritmo ya ralentizado de mi prima y me niego a frenar a nadie, no me gustaría que me lo hicieran a mi. Así que hoy me he permitido una de mis pateadas absurdas por los barrios más feos de Estocolmo, he observado qué comen y cómo visten los suecos de los suburbios, he canturreado en un parque vacío que me ha costado encontrarlo como un mundo y medio, me he perdido unas cuatro veces alrededor de la misma jodida manzana y me he sentado a comer y levantado unas cuatrocientas veces (sin exagerar) porque este país esta plagado de abejas, leñe!. Hasta he puesto a prueba el perfecto inglés y la infinita paciencia de los suecos que no cobran por aguantarnos a los guiris en el centro. Son tan perfectos los jodíos, tan majos, tan guapos, tan delgados, tan rubios, tan educados, tan fans de ABBA... Me caen bien. Pero no viviría aquí ni jarta vino. Demasiado ideales, deben ser aburridos a la larga. O igual ni eso. Si te descuidas son hasta divertidos. No, no podría vivir aquí, me harían sentir fatal, ja ja ja! Además hace frío, eso por encima de todo.
Nada, que tendré que seguir buscando destino para mi deseada mudanza. Pero miraré hacia el sur porque a mí esto de que en pleno agosto llueva y sople este aire helador, no me llama en absoluto. Para pasar frío me voy a Holanda y al menos sentiré el calor de mi niña.
Pero vamos, que se me va el santo al cielo, que yo venía a decir que me ha encantado Estocolmo, que en Ibiza he sido feliz, como siempre. Que las vacaciones, también como siempre, se me han hecho demasiado cortas. Que ya se me han pasado del todo mis chorradas sobre la soledad, que me encanta y que forma parte de mi persona porque sin ella no podría ser la persona sociable que soy, que si no disfrutara de mí misma seria mucho más dificil aguantarme, y mil motivos más. Y que ya estoy echando de menos Ansó. Bueno... y mi fantástico colchón.
Y que el próximo viaje lo hago sola, joder!
(Que nadie se dé por aturdido, es que una es como es)

lunes, 28 de julio de 2008

soy un pez de agua salada

Ya no queda nada para las vacaciones (55 horas).
Dentro de nada cerraré los ojos arropada por el tan esperado y necesitado cálido abrazo de mi padre Mediterráneo. Me siento huérfana tan lejos de su lado... por eso os he puesto un poquet de l'Albert Plà de fons. Aquesta cançó m'agrada molt, ja ho sento per aquells que no l'entenguin, però es poden trobar les lletres en català y en castellano para disfrutar de esta historia.
Estoy algo nerviosa porque, como soy de la cofradía de la última hora, tengo todo un poco cogido con pinzas. Pero que no me preocupa. Primero porque tengo fe. Como dice mi madre, estoy convencida de que el tiempo corre de mi parte. Y segundo porque en realidad lo tengo todo más organizado y controlado de lo que me pienso, pero es que tengo esta jodía manía de agobiarme "por si acaso, vaya a ser que me confíe". Pero bueno, que también soy especialista en super cagaditas de última hora, no te creas tú que me agobio por agobiarme, algo de razón ya tengo. Que me conozco.
He perdido, como mínimo, uno de cada medio de transporte: avión, autobús (uy, esta es mi especialidad, soy una auténtica profesional), tren (ya amateur en el de los sábado a las 10 de la mañana a Jaca), barco... no me privo de nada. Por eso, porque sé que es más fácil de lo que parece, porque cuando piensas "¿te imaginas que lo pierdo?", es porque puede suceder. Intento no facilitarle las cosas a Murphy, que conmigo se lo pasa teta, oyes.
De todos modos, yo es que siempre cuento con mi providencial suerte fortuita y mi inconmensurable morramen. El otro día se lo dije a una tipa que me pilló haciendo algo que no debía, le dije "yo es que tengo mucho morro", y joder, estaba entonando un mea culpa... pero la muy petarda se pensó que le estaba vacilando... nada más lejos de mi intención. Creo.
Pero vamos, que una tiene salidas para todo. Es complicadísimo dejarme sin palabras. Si no las hay, me las invento. Es lo que tiene esto de haberse empezado a buscar la vida prontito. Yo empecé con 6 meses y medio, cuando salí de la tripa de mi madre como el tapón de una botella de cava (que viva el producto nacional) agitada. Pop, fiuuuuu!
Ya se notaba que no nos llevábamos muy bien, chico, estas cosas se ven venir. Otra de estas grandes descripciones de mi madre, cargada de mala hostia pero con su puntito de verdad: "hija mía, es que eres una buscavidas". Pues algo de razón, ya tiene, ya...
Y en este proceso de andar buscándome la vida, andando voy. Con esto del verano, va bien, parece que las cosas las veo más mejor. Pero tengo unas ganas de poner mar de por medio. Sí, mar. Es que lo echo de menos cosa mala. Que me pego el día paseando por la ribera y buscándole el horizonte al Ebro, que da penita el pobre esforzándose por satisfacerme. Fíjate la que ha liado con la Expo con tal de tenerme contenta y que viera yo una buena masa de agua...
Así que el otro día me pidió una amiga que le ayudara a inventar cuentos para los niños de la Expo y yo me tiré al mar y conté la historia de un pulpo requetesalao. Que ya sé que el post de hoy está un poco mezcladete, que ya me dirás tú qué tienen que ver peces con botellas de cava, pero bueno, que yo soy así, mi cabeza revolotea-tea-tea. Y las teas son esos palitos sacados del corazón de las ramas, que arden rapidísimo y son muy buenas para empezar la hoguera.

Fernando, el pulpo salado
Cuando se despertó, el pulpo Fernando tenía un bulto en la cabeza. Menudo coscorrón se debía de haber dado para tamaño bollo, pensó dolorido. Miró a su alrededor y nada de lo que veía le pareció familiar. Fernando empezó a asustarse un poquito.
Nadó un poco a la derecha, otro poco a la izquierda; nadó hacia arriba y hacia abajo… pero seguía sin reconocer las piedras grises del fondo ni el pan de rana de la superficie. De hecho, tenía una sensación muy rara, y no sabía qué era; pero algo no iba bien. Tenía una sed espantosa y le escocían los ojos. Fernando empezó a asustarse un poco más.
Por mucho que miró a todos lados, no se encontraba. “Ay madre, que me he dado un golpe en la cabezota y me he perdido”. Entonces, empezó a intentar recordar cómo y con qué se había dado ese golpe que tanto le dolía. Pero sólo podía recordar la llegada de un pulpo enorme de color rosa, sin ojos ni boca, que lo había agarrado por una de sus patas y… luego como si volara. Y nada más. No conseguía recordar absolutamente nada más. Y seguía sin saber dónde estaba. Y cada vez tenía más sed. En ese momento, Fernando empezó a asustarse de verdad.
Se tapó los ojillos y sin quererlo, comenzó a llorar. Al principio lloraba flojito, como si no quisiera que lo viera nadie así. Al rato, lloraba muy fuerte, porque quería que alguien lo viera así, lo tomara de la mano y lo llevara con su mamá, que a estas horas ya debía estar esperándole para comer. Pero no apareció nadie. Estaba completamente solo en un lugar que no conocía. Y Fernando se asustó mucho.
Dejó de llorar porque le escocían mucho los ojos y sus lágrimas no se mezclaban con el agua que le rodeaba. Había hecho una nube de lágrimas sin disolver que no le dejaban ver nada. Eso era realmente raro. Y cuánta sed tenía. El pulpo Fernando tragó un poquillo de agua y la escupió enseguida: “¡puaj, qué asco, está salada!”, pensó. Ahora sí que Fernando estaba asustado, todo lo asustado que puede estar un pulpillo; le temblaban hasta los tentáculos.
“Eh, tú, bicho raro”, oyó a su espalda. Se giró, pero no vio a nadie. “¿De dónde ha salido un pulpo tan feo?”, oyo a su lado. Miró, pero no vio a nadie. “Eres pequeño y gordo y tienes un color muy raro”, dijeron otra vez por detrás. Esta vez se giró muy rápido y logró ver la cola de un pececillo naranja esconderse tras un alga.

Si quieres leer más, descárgatelo aquí -> Fernando, el pulpo salado

lunes, 21 de julio de 2008

nunca es tarde para pedir perdón

Mira que soy... a veces me pongo de un críptico sin sentido, que me pone nerviosa. No me expreso con la claridad que debiera, especialmente en cualquier asunto que ataña mi vida emocional. Cuántos miedos. Cuántas mentiras y verdades a medias (que son aún peores).
Ni siquiera aquí, en este tablón de desahogos, soy clara para nada. Siempre escondo las cosas más importantes tras las palabras, mis fieles aliadas en la batalla que libro contra mi realidad.
Digo yo, a quién le escondo qué. No sé quién me creo que va a pensar qué cosa sobre no se sabe muy bien qué otra. Siempre guardándome cosas para mí. Siempre escondiéndome. Y al final de la única persona que me escondo es de mí misma; mi juicio es el que más temo. Con motivo. Soy cáustica y cruel conmigo. Parece que me guste hacerme daño, urgar en la herida que más duele. Super útil, claro.
Hoy voy a hacer un esfuerzo de claridad, venga.
Empezaré por los agradecimientos, que eso se me da bien.
Debo mucho a Pilar en este nuevo trabajo personal. Muchas gracias, Pilar. Nuestras conversaciones son clave para todos los avances que estoy teniendo últimamente, y a veces no sé si se lo agradezco bastante, porque no sé si lo hubiera hecho tan bien sin ella. Sabía que me había atascado pero ni sabía dónde, ni sabía muy bien por dónde o cómo empezar a desatascarme. Huí de Barcelona, de mi relación fracasada conmigo misma, que hundió mi relación con Nacho y con el resto del mundo. Aterricé en Zaragoza más perdida que una aguja en un pajar. Sus misticismos y sus teorías de yoga, que ella cree que me tomo a cachondeo, me han enriquecido. Las comparta o no, esas teorías me han mostrado puntos de vista interesantísimos que han abierto las puertas de mi autoconocimiento. La sinceridad que despliega conmigo me ha ayudado a desplegar la mía como no lo había hecho antes. Ni siquiera con Rocío. Entonces no sabía que tenía mucho más que descender. Además, como soy así de cerradota, ahora que la tengo lejos, no es lo mismo. Necesito tenerla en mi día a día más de un día (valga la rebuznancia) para empezar a compartirme con soltura. Y gracias que con ella he podido hacerlo todo este tiempo, si no, me hubiera consumido. Parece tontería, pero contarle a ella mis cosas, me obligaba a escucharlas en voz alta. Escuchar su vida y analizarla me daba claves para analizar la mía. Desearía seguir teniéndola cerca, especialmente ahora.
Cada vez me abro más y me da menos miedo ser juzgada, probablemente porque cada vez me tomo menos en serio. Parto de la base de que lo más seguro es que esté equivocada y que no pasa nada por ello. Me gusta equivocarme. Me hace sentir más segura. Antes consideraba aceptar un error como un proceso doloroso en el cual había que hacer acto de constrición, autoflajelamiento y actitud moralizante, por lo menos. Mira que soy prepotente y sabelotodo, cojones... lo que pasaba es que me pensaba que me equivocaba poco. Pero bueno, saber que uno tiene una adicción no es suficiente para acabar con ella. Es el paso que da pie al primer paso, ni siquiera constituye un paso de por sí. Yo pensaba que sí. Por eso he tardado tantísimo en entender todo lo que hice/hago mal en mi relación conmigo, con el mundo, y también con Nacho. Dos años y medio después empiezo a entender las cosas más importantes.
Hubiéramos sido tremendamente infelices. Con todo lo que yo lo quería... y lo sigo queriendo.
Muchas gracias a todos los que me escucháis y me aguantáis. A los que me queréis. Sobre todo eso, joder, gracias por quererme. No sé si todo el mundo lo siente como yo, igual por mis carencias afectivas toma un lugar tan importante en mi vida el hecho de saber que alguien me quiere. Pero es que cada pequeña muestra de amor me inunda de algo tan bonito que no hay palabras para describirlo. Cada vez que cualquiera de vosotras me mira y me sonríe, lloraría de emoción porque siento el calor del afecto en lo más profundo de mi ser. Cada beso, cada abrazo... no puedo explicarlo. Saber que me queréis es lo único que me importa de verdad. Gracias por quererme, es lo más grande que podéis hacer por mí. A pesar de que yo no lo ponga nada fácil, lo sé.
Pero bueno, nunca es tarde para pedir perdón.
Por ello, lo siguiente será disculparme, que es otra cosa que se me da bien.
Siento ser tan yo, tan mía... ir de dura por la vida. Creo que cada vez lo hago un poco menos. creo que cada vez cierro menos puertas sobre mi corazón. Más o menos.
En este tiempo ha habido personas que han intentado alcanzarlo y no he permitido el más mínimo acercamiento. Siento haber estado tan fría, tan cerrada, tan inaccesible todo este tiempo. Siento haber hecho daño, pero mi intención era, en realidad, evitarlo. Sigo pensando que no estoy preparada para una relación, que me queda mucho por madurar y aprender de mí misma antes de compartirme con nadie. No me sale. Aún no. Pero intuyo que ya no queda tanto.
Aún y con todo, el idiota de mi cuerpo hormonado se empeña en buscarme pareja, ja ja ja. Eso sí que es bueno. Es curiosísimo observar cómo la química de mi cuerpo reacciona y manda señales a un cerebro que, a estas alturas, ya se sabe de qué va la película. Mi cuerpo busca un padre/madre para mis hijos. Ja ja ja ja, es muy fuerte, pero es así. Que me doy yo cuenta. Otra cosa es lo que yo piense, que como he dicho alguna vez, del pensamiento al sentimiento va un buen trecho. Yo no controlo lo que siento, pero al menos puedo comprenderlo. Lo que pienso sí es cosa mía y por ello me rijo. Controlarlo, controlarlo... eso es otra cosa.
Bueno, a lo que iba, que quiero ser clara. Yo, mi yo, mi persona, mi ego, Irene y todas las facetas de esta personita rara que soy...
Me veo un poco más feliz (no sólo alegre) aunque todavía muy insegura y autodestructiva. Sigo siendo mi jodido enemigo y, aunque a veces me quiero, suelo tratarme con el mismo desprecio con el que me dirijo a quien debió haberme enseñado a quererme: mi madre. Tratarla con desprecio me aleja de sus ataques pero me deja sin defensa ante los míos, que son mucho peores. No parezco aceptar el hecho de que mi madre está enferma y eso supone que nuestra relación nunca será sana ni normal y no puedo permitir que eso afecte a todas mis relaciones personales. No puede ni debe ser la base en la que establecer nada porque hará que todo a mi alrededor siga bailando. No valoro el cariño que recibo de fuera tal y como me viene. Siempre he pensado que la gente me quería por pena, porque durante mi infancia busqué ese sentimiento como único sistema de crear una red de afectos que me mantuviera a flote. Eso está lejos ya, y aunque ninguno de los afectos que hoy en día me dan aliento de vida tiene nada que ver con la pena, sino con cariños adultos basados en relaciones adultas, en los días de lluvia reina en mi interior el sentimiento de que sigo sin merecer lo que tengo. No es siempre, esa duda sólo me asalta en los momentos oscuros, pero me mata sentir que no merezco nada de lo que tengo aunque sólo sea por un rato. Me gustaría poder perdonarme por todos mis continuos errores y quererme tan imperfecta. Pero no puedo hacerlo. O aún no he aprendido. Por ahora intento aprender a descubrirlos y a comprenderlos. Dejar de cometerlos no es una opción, para dejar de errar sólo existe dejar de actuar y eso no cabe en mi desesperada ansia de vida. Si la empatía me ha permitido perdonar prácticamente cualquier error ajeno, sólo porque yo siempre sería capaz de cometerlo... tendré que empezar a usar la empatía conmigo misma y comprender que equivocarme no me da derecho a juzgarme y castigarme; sólo me da derecho a equivocarme otra vez más.
Así que... chan chan chan... hoy me toca pedirme perdón a mi misma. Y eso se me da peor.
Irene, perdónanos. Yo, mi yo y mi persona sabemos que la buena intención se te presupone, que eso no es óbice, bla, bla, bla... pero también sabemos que cada vez que te equivocas sufres y que cada día luchas por ser mejor en cada cosa que haces. Quiero que aprendamos a querernos más. No quiero pegarme otra tarde como la de ayer, luchando por dejar mi mente en blanco para no pensar mierda, luchando por no culparme de toda esta miseria, luchando por convencerme de que no es culpa mía que mi madre esté como un cencerro y que mi familia esté desmembrada y perdida, luchando por descubrir si me he comportado como debía (además, eso quién lo dice). Un día de estos, espero poder pensar que sigo siendo un desastre, una bocazas, una inconsciente, una egocéntrica... todo lo que quieras, pero que soy así, que no está tan mal, y que sólo soy culpable de no saber hacer bien las cosas. Y sentirlo de verdad. Sobre todo eso. Sentirlo. No sólo pensarlo.

jueves, 17 de julio de 2008

de piji a jipi y tiro porque me toca

Segundo capítulo de la serie: "de festivales de verano".
Volvimos el domingo de Sallent (mi trancazo y yo, digo).
El lunes trabajé por obligación moral. El martes no (por obligaciones corporales diversas). El miércoles tampoco. Y hoy no hubiera ido si no llega a ser porque ayer mis compis desesperados me hicieron una subrepticia llamada vespertina, "¿vas a venir mañana?", como quien no quiere la cosa. Leñe. Quién me metería a mí en la cabeza esto de la responsabilidad. Cosa más inútil en los días de mi vida. En fin.
Aún me cuesta pensar, lo mocos espesan mis ya densos de por sí pensamientos... cada vez que me sueno me planteo dónde diantres meto tanta mucosa. No da tiempo a fabricarlos en el acto. Será que tengo parte del cráneo vacío. Claro, igual por eso me repito. Debe de ser el eco. Eco. Eco. Eco.
No sé si he comentado alguna vez mi aversión por el frío y la lluvia... pues me da igual, lo vuelvo a decir (eco, eco, eco...). Es que lo mío no tiene nombre, me ha vuelto a diluviar encima. Esto de los festivales de verano pasados por agua me empieza a escamar un poco. Dos fines de semana seguidos es mucho tute. Sólo paró para dejarnos ver a Amadou et Marian (sonando Beaux Dimanches) y para recoger la tienda de campaña. Ni tan mal.
Aún así, no sólo no me voy a quejar, sino que me voy a congratular (qué palabra tan sonora) por todo ello. Me he traído un inesperado souvenir del pirineo que me guardo para mi. Un precioso regalo. Ahora soy un poco más feliz que antes y siento que la esperanza se ha vuelto a teñir el pelo de verde pistacho. Le debe dar envidia que yo me lo tiñera de azul.
Y mañana me voy a la tele a probar suerte con otro concurso, que esto de pagar una hipoteca solita no es moco de pavo (¿porqué todo gira en torno a los mocos? snif, snif). Espero llegar a concursar esta vez porque mis dos incursiones anteriores en este mundillo fueron bastante decepcionantes, la verdad. (Hoy pienso mucho entre paréntesis, igual es por los mocos, que me oigo la voz en off y me da por poner las cosas así, como por lo bajini).
Hoy les dedico mi post a mis dos niñas y a mi regalito. A las dos primeras por pijis de ciudad reconvertidas en jipis de montaña. Y a mucha honra. Por perder la esperanza y recuperarla en cero coma. Por turnarse en pillarse el ciego del siglo. Especialmente a Rocío por el puntazo etílico de tumbarse a dormir en el único cacho seco del parking; momento irrepetible cuando Patri y yo la descubrimos ahí. Por ceder cuando les apetecía una mierda y encima eran mayoría. Por ser tan divertidas e inesperadas.
Al segundo por todo lo demás.
Y a los cabrones de los civiles que me dejaron la tienda abierta bajo la lluvia, una pedorreta. Que arreglen el camping y no hará falta hacer acampada libre. Ah, y otra pedorreta a los de Decathlon por venderme un colchón pinchado, que me acabó de alegrar la mañana del sábado.
Os deleito con nuestra desesperación ese sábado por la mañana, dentro de la tienda, incapaces de salir al diluvio universal que amenzaba con llevársenos flotando al pantano. Y nuestra escapadeta al clon francés de Sallent: Artouste-Fabrèges (1.985 m) en un intento desesperado por arreglar el panorama desolador que se nos presentaba.

jueves, 10 de julio de 2008

soy la típica señora histérica... noooo!

Me retracto de mis palabras, amo la soledad, adoro la soledad! Especialmente cuando ésta es brutalmente interrumpida a la una de la mañana por ruidos inexplicables bajo mi cama, debidos a que la inútil de mi gata está intentando cazar un ratón. Sí, sí, otro ratón.
Algo me decía que no era normal tanta actividad, he encendido la luz, he esperado mientras lanzaba ataques contra los cojines y finalmente he visto a Ona con una cosita blanquita pequeñita y peluda en la boca. Ha salido al pasillo, lo ha debido dejar correr un poco y de nuevo se ha lanzado al ataque. Juro que esperaba otra reacción por mi parte, pero lo cierto es que me he puesto a gritar como una histérica descontrolada, de pie encima de la cama, aferrada a la sábana como si fuera un escudo. Encima me ha dado por recordar todos aquellos cadáveres de saltamontes y lagartijas que Tula dejaba a los pies de mi cama, tan orgullosa de honrar a su amita... anda que, como a la mema ésta le dé por hacerme alguna ofrenda, a mi me da un patatús.
Y en éstas estaba cuando ha vuelto Ona toda contenta con el ratoncín en la boca y ha hecho ademan de saltar a mi cama, me ha podido el pánico y he salido corriendo de mi propia casa, en estado de semidesnudez, con el móvil y las llaves como único equipaje de emergencia. Atrás he dejado todas las luces encendidas y a mi gata jugueteando con un ratoncito. Tales gritos he debido de pegar que se ha asomado a la escalera mi vecinita, pobre Pilar, que le pego cada susto nocturno. Yo, en ese momento, intentaba pedir consejo a un amigo que para todo tiene soluciones siempre. Anoche no, por lo visto.
He dormido en casa de Pilar, como es lógico. A las siete de la mañana, después de pasar bastante mala noche, me he bajado a mi casa, sin ninguna gana, por otro lado. He entrado pendiente de algún cadáver por el suelo, de algún resto de la lucha... pero no he encontrado nada. He pensado que igual se lo había comido, aunque me extrañaba. Por la tarde, he decidido, haré una búsqueda intensiva.
Me he vestido rápidamente y mientras me agachaba a por los calcetines, he notado algo blando y un poco crujiente entre el suelo y la alfombra sobre la que pisaba mi pie descalzo. Oh, dioses... He elevado un poco una esquina de la alfombra y he visto una colita pequeña intentando esconderse. Mierda, está vivo! Tenía el bulto marcado en la alfombra, una zapatilla en la mano... y no he podido. Venía a mi cabeza, una y otra vez, la imagen de la tripilla suave y blanquita del pequeñuelo en las fauces de Ona la noche anterior. Recordaba la pelusilla dulce de la barriguita de Teski, el pequeño cadáver que mi vecino lanzó por el patio de escalera hace unas semanas... Y una flojera me doblaba las rodillas, las lágrimas acudían a mis ojos irremisiblemente. Soy incapaz de matar. Es un mamífero, es inteligente y tiene un sistema nervioso avanzado; siente dolor y miedo. No puedo.
He vuelto a sacudir la alfombra y una sombrita gris ha huído presa del pánico (acompañado por mis aullidos descontrolados) hacia mi cama. Me he agachado y ahí estaba el pobre, acongojado, mirándome con ojillos... He intentado llamar la atención de la gata sobre la presencia de un ratón vivo en la habitación, pero qué narices, ella lo sabe perfectamente, ha estado jugando con él hasta que se han cansado y se han echado a dormir. Lo cual confirma mi teoría de que el ratón del pasillo no era una presa de caza sino un compañero de juegos trístemente fallecido porque a la torpe de ella se le fue la mano sin querer.
El pobrecín ha salido de bajo la cama, ha corrido temblando, pegado a la pared y ha acabado tras la cesta de la ropa sucia. Y ahí se ha quedado. He cogido lo imprescindible (incluyendo al gato, aunque esta última parte no la tenía clara), he dejado abierta la ventana de par en par (hay que darle una oportunidad), he cerrado la puerta y me he venido a trabajar. Aún no he tomado ninguna clase de decisión al respecto del ratón encerrado en mi dormitorio. Sé que jamás podré matarlo y que mi gata tampoco tiene intención, así que igual me planteo hacerme su amiga.
No me divierte nada esto de no saber cuántos mamíferos viven en casa. ¿Habrán dejado atrás una prolija familia de ratoncillos semi huérfanos? ¿Qué voy a hacer? ¿Porqué soy incapaz de mantener la calma y me comporto como una histérica?
Ya he tomado una decisión. Nos vamos el gato y yo, y que venga el señor de las ratas, me fumigue la casa y fiesta. ¿Yo en contra de los pesticidas y químicos? Nada, oye, para desayunar póngame cuarto y mitad de sulfatos! Fuera jipismos, me voy a andar yo ahora con remilgos...
Nunca debí poner en duda mi deseo de soledad, mira lo que he conseguido.

23:18, jueves
PD. - Ya es de noche.
Mi ex-compi de piso, el vecino, el primo del vecino, la mujer del vecino... el gato del vecino!!!
Todos estos han intentado hoy cazar a Pochi menos Ona y yo, que somos precisamente las que vivimos en esta casa.
MUCHAS GRACIAS A TODOS.
Pochi ha sido rescatado gracias a la paciencia y agilidad del primo de mi vecino, y actualmente reside en la ribera izquierda del río Ebro. Aquí lo tenéis dentro del bote de potitos que le ha servido de transporte hasta su nueva casa.

lunes, 7 de julio de 2008

embarrada por dentro y por fuera

Primer capítulo de la serie: "de festivales de verano".
Acabo de volver de Bilbao.
Tengo okupillas, pero no me importa, voy superando eso de ser soledad-adicta.
Bilbao. Qué ciudad más rara.
Me impresiona ver montes tan altos y tan verdes al final de calles tan urbanitas.


Desde la ventana de casa de mi amigo, que vive en el "centro", se veían gallinas y un enorme gallo picoteando en una rotonda. Duermen en el caserio de la izquierda, que da a la rotonda. Es todo como muy salvaje. En todos los sentidos.
Y nos cayó un diluvio en pleno julio.
Le di la mano a Lenny Kravitz. Más curioso aún.
Tuve un dilema moral: ¿sigo mojándome y arriesgándome a un pasmo o me protejo de lo que me cae?. Me quedé. Pero después de REM inicié la huída como todo el mundo; me perdí a The Prodigy. También me perdí a Madness, por sueño. Y frío. Y soledad. Más raro aún.
Ando con los pensamientos como mi mochila, llena de barro y desordenada.
Me gusta la soledad y no. Me apetece y no. Ando liada.
Ya me lo pensaré.
Por ahora he descargado las fotos nada más llegar. Mucho más de lo usual. Raro.
El primer día llegamos a concierto empezado y seguimos el aragonés-system: desde atrás y por el medio. Nos quedamos ahí, en el medio. Ni cerca ni lejos. Vimos la barba de Sting en la pantalla gigante, casi como verlo en casa de pie, a empujones con tus amigos.
Pero eso no me iba a pasar con REM, me metí a las 6 a guardar sitio. Casi 6 horas antes. Tenía un sitio ideal. Junto a la valla para apoyarme y cerca.


No lo podía perder por nada del mundo. Ni siquiera cuando se abrieron los cielos sobre mí. Ni seis horas después de cantar bajo la lluvia. En la huída nadábamos en barro. Al día siguiente medio monte vallado, aparejo desmontado y montones de barro acumulado por tractores demostraban que había sido tan asqueroso como recordaban mis pantalones (que por cierto, los tengo que sacar de la mochila).


Esto de los festivales es todo un mundo. Deberían escribir un manual del usuario. Igual me lanzo y lo hago yo un día. Con un apartado para solitarios dubitativos. Con las páginas en azul para acceder rápido en momentos de emergencia.
Un día explico esto de mi nueva percepción sobre mi relación con la soledad.
Tengo que masticarlo un poco más.

martes, 1 de julio de 2008

a cualquier otra parte

Hoy quiero irme a cualquier otro lado.
Hoy necesito un cambio.
Hoy no me apetece hacer lo de siempre.
Hoy estoy terriblemente aburrida y hastiada de mis rutinas.
Hoy me piraría, no sé ni a dónde, me da igual, a cualquier otra parte.
Hoy he escrito este mail...
"Estaba soñando algo así como q me iba a vivir con unos de los del pueblo de al lado del mío (q son de un brutooo) y q al gato no lo podíamos tener y entonces lo iban a tirar por la ventana junto con una serpiente q habían sacado de debajo del armario (¿?) y cuando veo a la Ona agarrándose al marco de la ventana, mirándome, como quien despierta de un sueño, grito 'nooooooooo!!', y me lanzo a cogerla y entonces me he pegado la hostia de mi vida porque estaba en el borde de la cama y por lo visto he saltado hacia fuera. Me he quedado en el suelo unos segundos escojonándome, no más de 3 o 4 segundos porque tenía que salir pitando ya que al parecer, ayer cuando puse el despertador, lo quité... no había sonado y eran las 8 menos 10 (entro a las 8). Guay, en mi línea, me ducho a toda leche, salgo de casa a toda leche... ay no, q tengo que coger la entrada de la Expo porque he quedado ahí con mi prima y mis padres cuando salga del curro. Vuelvo, la cojo. Salgo. Mierda, cuando vuelva a casa necesitaré otro casco para mi prima. Vuelvo, lo cojo. Salgo. Mierda, no he pillado nada de comer y como llego tarde tendré que recuperar minutos a medio día, no me va a dar tiempo de venir a comer a casa... da igual, pues no como. Ya ha llegado el ascensor, me voy. Intentando cerrar rápido he logrado tirar 3 veces el mismo casco. El otro por suerte se ha comportado. Llego a la calle, corro, algo cae... me giro, es mi chaqueta exactamente dentro del único charco de la calle cuyo origen desconozco, espero que sea todavía de la lluvia de ayer, por dios. Recojo mi chaqueta empapada. Corro a la moto, me ato la chaqueta a la cintura porque no tengo huevos de ponérmela. Por supuesto se ha mojado justo todo lo que entra en contacto conmigo, la ponga como la ponga. Me empapo el pantalón con agua marrón. Lo dejo correr. Por el camino me congelo en manga corta en la moto a las 8:15 de la mañana. Bueno, el café me hará entrar en calor. Llego al parking gigantesco de Prames y, como siempre, los únicos 4 sitios para moto están cogidos y hoy los bicicleteros que aparcan detrás están a cual peor. Subiendo la moto al caballete tiro la bici de mi jefe. A estas alturas de la mañana deduzco que va a ser un día movidito. Subo a fichar y voy directa a la máquina de café donde me saluda un cartelito que reza: "no hay café, lo cobra y no sale nada". Ole, ole y ole! La primera buena cosa del día. Alguien ha perdido su pasta por mí... y doy las gracias a la humanidad por evitarme otro mal trago matutino. Lavo mi chaqueta en el baño y mientras la froto noto un dolor en las manos inexplicable, me duele la piel, no las puedo cerrar bien. Cuelgo la chaqueta a secar y me miro las manos. Genial. Están hinchadas y llenas de minigranitos. Hace como 8 años q convivo con un eczema q empeora con los nervios y la humedad, pero se va de vez en cuando. Desde lo de la espalda, no se acaba de ir, emperó mucho cuando lo de las pruebas. Mucho, mucho. Y hoy por primera vez en 8 años de relación con mi eczema ha salido de su zona de influencia, ha invadido toda la mano, por arriba y por abajo, me las ha hinchado y duele un montón, no puedo ni cerrar el puño. Leñe qué día!
Así que buscando un poco de cariño y comprensión me voy a hablar con mis amigüitos los informáticos, quienes deciden que hoy es el día para contarme cómo CENSURADO nuestras carpetas. Hace poco me enteré de que esta CENSURADO... yo por mi CENSURADO ya! Me ha encantado saber CENSURADO... por eso estoy mandado ahora este mail. Porque pa chulo-chulo... pues eso!
Por si no fuera poco, hoy ha entrado un trabajo horrible. Y yo sigo sin desayunar!!!
Entonces me ha llamado mi prima, que está de ocupilla en mi casa, q el gato no tenía comida, q dónde estaba su pienso... DIOSSSS! Encima q casi la mato en sueños, la he dejado en ayunas en la vida real. ¿De qué coño voy? Está claro q hoy es mi día.
Estoy un poco chooooof...>

¿Hace falta que añada algo?
Lo "censurado" es una cuestión de sentido común, porque una cosa es ser chula y otra gilipollas, no? Conociendo el dato de que soy objetivamente gafe, son ganas...
Tengo fe, esto tiene que mejorar, pero vamos, llevo una mañanita de risa...
Ains, daría una mano por irme, por pirarme a cualquier lado, cambiar de vida, mandarlo todo al garete y olvidarme de la persona que soy para construir una nueva, o algo así... a cualquier otra parte... a cualquier otra paaaarteeee!

viernes, 20 de junio de 2008

estoy que me salgo

Porque hoy es viernes.
Porque hace un calor que te torras y seguirá mejorando todo el finde.
Porque mañana voy al bautizo de un sobrinito segundo (no sé si se dice así, el hijo de mi primo hermano).
Porque ya han terminado las malditas pruebas diagnósticas y algo tiene que cambiar.
Porque de una vez por todas me voy a dar de alta en el IAE y voy a dejar de sufrir porque Hacienda me pille "cobrando en b” (uf, qué moderna soy).
Porque dentro de una semana viene mi nueva compi de piso con su gato y me despierta mucha curiosidad la reacción de Ona.
Porque sé que al final se llevarán bien y la pobre no estará tan sola y será un poco menos pesadilla (por favor!!!).
Porque igual este otro gato es de verdad y finalmente me deshago de los ratones sin tener que saltarme mis principios (ni químicos en casa, ni asesinatos de mamíferos, ni cadáveres envenenados en descomposición por algún lugar ignoto de mi casa).
Porque no queda nada para las vacaciones.
Porque antes de irme aún volveré a ver al amor de mi vida, Nuria.
Porque, por fin, ¡he arreglado mi bici!
Porque hoy me voy a por la tarjeta del BiziZaragoza que, como no podía ser menos, le ha llegado a todo el mundo menos a mi.
Porque me voy a ir a la piscina con Pilar aunque no tenga tiempo entre los mil recados de esta tarde.
Porque ya tengo impresas mis super entradas para la Expo.
Porque ya he empezado a terrazear hasta las tantas entre semana (viva la vida tonta!)
Porque he perdido dos kilos (guau…)
Porque voy a ver a Alanis, Sting y a Michael en cuestión de dos semanas.
Porque la semana que viene llega mi prima Aida y recordaremos viejos tiempos.
Porque Ansó está precioso.
Porque el Ebro sigue cubriendo la base de las columnas del puente de hierro.
Porque cada día descubro que Zaragoza es super bonita... y desconocida.
Porque he aprendido un nuevo juego de beber (ahí va la alcohólica!)
Porque mi meada es radioactiva… (cosas de los contrastes gamma-positivos)
Porque sé inglés y siempre he cantado esta canción fonéticamente:
KIWI-LIMOOOOON, KIWI-LIMOOOOON –todos conmigo- KIWI-LIMOOOOON, KIWI-LIMOOOOON!!!

viernes, 6 de junio de 2008

causalidades

Pues hoy hace dos años de mi fractura de clavícula.
Y hoy, justo hoy, no otro día, HOY, comienzan la serie de pruebas diagnósticas para averiguar porqué llevo desde el 15 de octubre convertida en una semi-inválida.
Julia, tiene razón, no hay casualidades, hay CAUSAlidades.
Por eso, voy a celebrar este aniversario como se merece: regalando mis sentimientos a los cuatro vientos.
Sentimientos de alegría, de tristeza, de nostalgia, de euforia... mil sentimientos diferentes para mil momentos diferentes. Me gusta hacer regalos, del tipo que sean. Creo que la felicidad como hecho aislado es relativa. Cuando me siento feliz sin que ello implique haber hecho feliz a otra persona es porque sencillamente me alegro de estar viva. Y compartir es vivir... así que me alegro de mantener intacta mi capacidad de compartir. O algo así.
Este es el sencillo motivo por el que quiero celebrar la vida compartiendo música, un gran vehículo de comunicación de sentimientos. Para mí cada canción trae un instante de mi vida, o varios; un pensamiento, o varios; un sentimiento, o varios. Reflejos de lo que soy y lo que he sido escondidos por los rincones de estas melodías, que no son mías ni de nadie en concreto, serán un trocito temporal de cada una de las personas que hayan vivido rodeadas de ellas. Como las hojas de los árboles que todos acariciamos con nuestra mirada cuando vuelan, cuando caen y cuando las pisan nuestras suelas, marcando con la huella que escribe "pasado" en las caras de los que ya no están, o los que no queremos ver aunque permanezcan a nuestro lado.
Estos son los momentos que me traen hoy, mañana las oiré y traerán nuevos recuerdos y sensaciones... o viejos, pero revisitados desde nuevas perspectivas. Mi conciencia siempre evolucionando, genera una persona nueva en mí cada mañana cuando me levanto.
Porqué será que últimamente pienso en rima, joder!
Cada título de canción es un link a una página para que te la puedas descargar a tu ordenador, simplemente haz clic en el título y en la página que te salga, clic en "download now". 22 links, 22 canciónes. Disfrutadlas sin miedo, están libres de virus, gusanos, ratones, lagartijas, cucarachas, gatos-comando y demás okupas no bienvenidos.

Momentos de esperanza

Queen_Was it all worth it
con la cabecilla apoyada en el cristal, dejando una mancha de sudor en la ventanilla, observo la ciudad pasar, deseando que un día sean otras las calles que pasen frente a mis ojos húmedos, deseando que llegue pronto el día en que pueda reirme abiertamente de todo esto que ahora ocupa mi vida hasta no dejarme encontrarme en la marasma de sentimientos agitados que me arrastra hacia los años que vengan

Sting_Fortress around your heart
la cárcel de mi adolescencia, las paredes amarillentas, los golpes escondidos tras cuadros ajenos, la ventana que aún muestra las marcas de la huída, el borde de la mesa comido por mi ansidad y mi rabia, millones de escondites llenos de furia, de rebeldía, de desazón por la injusticia… y sin embargo una media sonrisa llena de bruma la mierda que me rodea y refleja las imágenes de la película que estreno cada día, como una pantalla perfecta que me aleja del mundo que no quiero sentir, porque yo soy lo que pueda soñar y mi imaginación no cabe entre las garras de mis carceleros

Genesis_No son of mine
siempre transportando mi punto de vista hacia un futuro soñado en el que yo hubiera superado mis miedos y mis heridas hubieran curado sin cicatriz para consolar el dolor inmediato y relativizarlo, para no perderme las estrellas llorando el sol que nunca llegaba a ver; y aunque siempre supe que eso no sería posible, quise creer que encontraría un camino que aún no estaba inventado, que sería capaz de dibujar el futuro como yo quisiera si era capaz de abstraerme de mi presente y convertirlo en pasado; nunca pensé que en el fondo seguiría odiándome porque ella nunca me supo querer

Soda Stereo_De música ligera
cada día me observa sentada en el mismo banco, se debe de preguntar qué hace una chica tan joven, tan sola, pero el barrendero no sabe que no estoy sola, que me acompaña mi yo, que intenta ayudarme a rehacerme haciéndome comprender que el pasado es como un amor de verano, que está bien pero un día acaba, y una tiene que volver a tomar el tren del presente y acomodarse a él, y que siempre es mejor tomarse un tiempo para construir aunque duela, que apilar ladrillos sin orden que un lobo pueda derrumbar de un solo soplido

Pasión Vega_María se bebe las calles
esos ojos que miraban con trsteza y con desazón, que suplicaban que compartiera algo de esa fuerza con ella, que agradecieron que la enseñara a ondear la bandera republicana, pecho al aire, sin saber que en mi país reinaba un tirano y yo sólo era el líder de una resistencia debilitada e insegura que se negaba a rendirse pero no se atrevía a lanzar ese ataque definitivo que tanto proclamaba… ninguna batalla se gana en un día pero sé que me hago más fuerte cada día que pasa, cada mirada que se se eleva del suelo a mi paso

Kase O_Soy de Aragón
jugando al yo nunca dentro del parquecillo, bebiendo a morro, mi cazadora vaquera y yo; jugando a ser mayores y a querer cambiar el mundo; jugando a que nada de lo que estaba pasando era real; jugando a obviar el dolor y aprendiendo a ser feliz a pesar de todo; jugando a buscarme entre todos mis yos y perderme para no ser vista

Blood Hood Gang_The bad touch
cuando pasaba tardes interminables en esas habitaciones ajenas, todas clónicas, con la cama, la mesa y el armario a medida del mismo color, cuando envidiaba poder colgar los posters de mi cantante favorito en la pared de la mía; cuando salía a las cuatro de la tarde y mi mundo se reducía a tres calles

OMD_Secret
el principio de mi vida libre, de mis locos rallies por los pinares de Venecia, de los días infinitos fumándome la vida sin pisar el suelo, remoloneando en los parques de pueblos sin nombre, haciendo de cada día una divertida aventura porque me niego a ser un número más

The Pixies_Debasser
muchos años oscuros, un espiral de miedos ocultos tras la más falsa chulería, un pozal de metas no alcanzadas donde se hunden mis pies, un espejo que refleja mis mentiras y arranca de mis ojos las lágrimas de la autocompasión más perversa; y un empujón contra el suelo que ilumina este escenario y lo hace real, como asomarse bajo la cama y comprobar que nunca hubo un monstruo de ojos encendidos, como cuando encienden las luces de la discoteca y la magia se convierte en maquillaje corrido que me hace sonreir por encima de todo, agitando mi cabeza de lado a lado grito y sé que estoy más viva que ayer

Morente y Lajartija Nick_Manhattan
me sacuden escalofríos, ráfagas del veneno de la tierra, que no mata, que recorre mis venas y actúa como una “descolada”, desmontando mi ADN y volvíendolo a ordenar al ritmo de la batería y de la caja, con los vaivenes de mi arrojado caracter latino y la fuerza de esta piel de toro que me abraza y protege mi alma del frío europeo y me hace más persona y más animal y más real

Jeanette_Porqué te vas
nunca me canso de perderme en esos enormes ojos verdes, de dejar que me pierda en sus laberintos emocionales pintados con los colores de la tierra, de dejar que el resonar de su música salvaje me obligue a bailar hasta los compases que desconozco; nunca me canso de amarla, desde lo más bello de su existencia hasta sus más oscuras entrañas, desconocidas y convulsas; ella me enseñó a amar sin medida y a frenar a tiempo; contradictoria y real forma parte de mí porque me entiendo en ella y la entiendo en mí

Netinho_Mila
las voces de quienes fueron mi familia durante los nueve meses más divertidos y complejos de mi vida, la presencia protectora de mi hermanito portugués, la amiga que me eligió por ser como era, la primera vez que me enamoré a simple vista, el descubrirmiento de mis más profundos temores, el viaje iniciático del siglo XVIII que se trasladó a una ciudad dormitorio al norte de Birmingham hundida en la droga y la miseria más absoluta

Pata negra_Lunático
no sé cómo me gusta más mirarle, si cuando tiene los ojos cerrados o cuando los tiene abiertos; no sé cómo me gusta más mirarle, si con los ojos abiertos o con los ojos cerrados; no sé cómo me gusta más besarle, si con los ojos cerrados o con los ojos abiertos; no sé cómo querría tenerle, si con los ojos abiertos o con los ojos cerrados

Royksopp_Circuit Breaker
subo y subo entre calles grises a las que nunca llega el sol, hasta que el paisaje urbano se abre ante mi, Barcelona me rodea con sus brazos indulgentes, me deja oler la brisa del mar y protege mis miedos con el eterno verde del Tibidabo que me vio nacer, marchar, volver y huir, sin culparme jamás por ninguna de ellas

Rihanna_Umbrella
el azul del cielo se confunde con el turquesa del mar y el blanco de la arena, el blanco de mi ropa veraniega, el blanco del sol que quema mis retinas, el verde intenso de la vegetación que dibuja las curvas de una carretera que parece extraída de cualquier otro sitio, la libertad más extrema, la brisa salada que pega a mi cara una sonrisa

Camarón de la Isla_La leyenda del tiempo

pedaleando hacia el infinito y más allá, cantando canciones navideñas en un verano adelantado inundado de actividad frenética, recorriendo los lugares más recónditos de la ciudad que mejor conozco, sólo porque nunca hemos estado allí; descubriéndome en otros ojos mucho más bonita de lo que me veo yo pero sin vergüenza, profunda y primitiva; palmeando y taconeando sin sentido del ritmo, agito mis brazos al aire y me llevo por delante a uno que ni había visto

Shantel_Disko Partizani
me intento comunicar con una de estas sonrisas que lo dicen todo sin decir nada porque no nos oímos ni a gritos, aunque lo cierto es que entre esta nube de humo tampoco nos vemos muy bien; parece la fiesta de unos locos en un edificio en llamas, comiéndose la vida a mordiscos, sin miedo a querer ni a ser queridos

Peter, Bjorn & John_Young Folks
Me bajo del coche y camino entre vegetación de mi selva oscura al jardín de la alegría, siento que estoy rodeada de mis “niñas”, que no tengo nada que envidiar a Carrie porque sin tanto restaurante chic ni tantos Manolos a los pies, soy infinitamente más feliz arreglando el mundo con mis amigas que, además, lo arreglan de verdad y no de boquilla… ay, esos ojos negros, tracatracatrán, que me miraaaaban!

Cuarteto de Nos_Nada es gratis
el viento agita mi flequillo, lo mete en mis ojos pero no quiero cerrarlos, quiero grabar en lo más profundo e íntimo de mi retina este bello cielo azul, el más bello que vi un diciembre, el que colorea con la más brillante luz del sol el más vivo y real de mis deseos… el azul del atlántico y de mis ojos soñadores

MGMT_Kids
los piececitos de mi sobrina corren por la arena, jugando a pisar el borde donde las olas acaban su recorrido, sus manitas acarician el césped y lo enredan entre sus dedos, su sonrisa ilumina mi habitación, y yo sentada a la mesa la observo desde el pasado, pensado en mi futuro, y sé que la vida es ilusión y dudas, y afronto el futuro de mi futuro con ganas renovadas

Mika_Happy Ending
cuando escucho esta canción siento que escucho los ecos de mi vida, el rebote de cada una de esas pequeñas luchas internas, el susurro del río de mi vida acariciando las piedras, los clavos, las rosas y las postales de su lecho desmedido, la absoluta resolución que me guía por sus rápidos y sus cascadas, sabiendo que me espera una dulce playa de silencio en la que tumbarme al sol y meditar sobre el infinito y las estrellas que iluminan mis noches de insomnio cuando me doy cuenta de que ésta soy yo, la que no sabe rendirse, la que nunca quiso aprender del fracaso porque ni siquiera existe, la que mira al pasado y siempre sonríe en azul

Bjork_Joga
siento mi cuerpo flotando sobre paisajes que aún no he visto, oliendo perfumes de paises desconocidos, de nieves eternas y días sin noche, arrastrada por el deseo de descubrir el mundo que se extiende bajo mis pies; hincho el pecho y dejo sonar mi voz al viento, estos son mis paisajes emocionales, ésta soy yo vista desde dentro


Elige tu momento. O cógelos todos y ya te los irás administrando... pero sobre todo y ante todos: hazlos tuyos, aunque sólo sea por hoy...

jueves, 29 de mayo de 2008

las lluvias están cabezotas


He puesto esta preciosa foto en mi escritorio. Suena Kids, de MGMT. Me invade la ternura cada vez que cambio de programa y me la encuentro mirándome con desparpajo, vuelvo a sentir el peso calentito de mi sobri jugando al circo encima de mi pobre cuerpo siesteante. Me huele a lapicero y a piel de naranja, que por algún extraño motivo es el olor que desprenden los niños cuando sudan. Es el olor de la vida que anuncia mil sorpresas, como si todo el año fuera verano.

Mañana es el último día de llegar al curro a las 9 y veinte. El lunes empezaré a llegar a las 8 y veinte. Hombre, mejor si llegara a las 8, pero como eso no va a pasar, ¿para qué ponerme metas inalcanzables y augurarme un fracaso seguro? No me quiero tan mal. Ya lo dije un día, a veces, me quiero. Y a veces me quiero tirar de un puente... pero no lo hago que me da miedo hacerme daño.
Empieza el "horario de verano" (léase con voz profunda y un chán-chán-chán de fondo).
Pero miro el tiempo en la pantalla de información del ordenador y sólo salen esas terribles líneas de agua que salpican en la pantalla, salpican mi mirada y la entristecen de inmediato. Jolines, no lo entiendo, tendría que estar haciendo mucho mejor tiempo, me lo merezco; a mí me luce Lorenzo por dentro que deslumbra, chico. E insisto, a mi la milonga esa de que es bueno que llueva no me ha convencido nunca, que llueva encima del embalse y del campo, pero en la ciudad es una mandanga: retrasa las obras de la Expo, ensucia las calles, atora las alcantarillas y, encima, me moja el falso techo de madera. Ay, que las goteras de mi piso y de mi espalda, paarece que no hay quien las cierre.
Al menos, agradezco infinito que entre nubarrón y nubarrón luzca un sol cabezota sobre mi cabeza aún más dura. Inasequible al desaliento, el tiempo corre a mi favor (homenajes a la pirada de mi madre, que a veces da en el clavo cuando me define), y continuo haciendo planes porque tengo que aprovechar mis seis meses de vida antes de que el invierno me encierre en mi cueva de nuevo. A ver si despeja un poco, que ya tengo ganitas de empezar a terracear hasta las tantas, de sentir que el tiempo es mío y que puedo hacer con él lo que quiera...
Ah! y me he apuntado a lo de bizi zaragoza (<-clica), por eso de que las bicicletas son para el verano.
Si es que aquí el único que no se ha enterado de que es verano es el clima, que el pobre con esto del cambio climático no sabe por dónde le sopla el viento.