viernes, 28 de diciembre de 2007

post data

Mi temperatura neutra interna es incapaz de compensar el frío exterior. Me puede.
No pude ni granhermanear en la cómoda compañía que fácilmente me acompaña.
Preferí la calidez de una exquisita cena chez Rius y la ajena compañía de quien no suele formar parte de mi día a día pero compensa esa ausencia con una buena dosis de buenos recuerdos y objetivos aún comunes.
Incluso ha compensado el terrible dolor de espalda que acompaña al sueño retrasado.
Y la dulce sensación de notarme sentida en otro corazón.

Decididamente me tomaré un tiempo para sentir.

jueves, 27 de diciembre de 2007

bajo un cielo blanco de polígono

Regresé el domingo por la noche. Ya soy un moco con patas. Maldito invierno.
El cielo vuelve a reflejar mi estado de ánimo en su opacidad inexcrutable.
Escucho Arvo Pärt. Avant-garde de Estonia.
No he organizado mis fotos.
Guardé en un sobre mapas, billetes y tarjetas de visita.
No he mandado ninguno de los prometidos mails a mis dulces sorpresas del viaje.
Tan siquiera me he ocupado de recuperar mis tarjetas de crédito y sanidad que entregué en involuntaria, a la par que bella, ofrenda al Atlántico, mientras éste acariciaba con contenida fiereza mis pies socarrados.
El único soplo de vida en estos días borrosos es la presencia de un ensortijado cabello rubio de mi sobrina en mi jersey negro. Como mis pupilas.
Mi moreno se despega de mí como esta pausada apatía, despacio y por trozos.
A veces es mejor tomarse un tiempo para sentir las cosas.
Trazos de recuerdos y recuerdos que trazo.
Cuento los días que pasan a mi lado para no perder la cuenta de por dónde ando. Aún no lo he logrado.
Tampoco es tan indispensable.
Alimentaré mi espacio vacío con la final de Gran Hermano.
Será como tender un cable de cero a uno en el espacio infinito. Unirá la nada con lo que no existe y creará un lugar donde ocultar mi desmesurado vacío, donde ya no cabe nada más, ni menos.
Sé que volveré a encontrarme.
Probablemente cuando escampe la niebla.


Mis pies
socarrados
frente
al océano
ladrón

lunes, 24 de diciembre de 2007

sol en diciembre


No es que quiera dar envidia, pero...
Uruguay es guay

lunes, 26 de noviembre de 2007

Humana aria y occidental

Me quedan 9 días para salir del viejo continente. Para ir entrando en calor, me ha dado por oír música uruguaya y he descubierto un grupo de rock que se llama Cuarteto de Nos. Tienen una canción cuya letra traslado aquí porque quiero hablar de ella:

Ya no sé qué hacer conmigo
Ya tuve que ir obligado a misa, ya toqué en el piano "Para Elisa".
Ya aprendí a falsear mi sonrisa, ya caminé por la cornisa.
Ya cambié de lugar mi cama, ya hice comedia, ya hice drama.
Fui concreto y me fui por las ramas, ya me hice el bueno y tuve mala fama.
Ya fui ético, y fui errático, ya fui escéptico y fui fanático,
ya fui abúlico, fui metódico, ya fui impúdico y fui caótico.
Ya leí a Arthur Conan Doyle, ya me pasé de nafta a gasoil.
Ya leí a Bretón y a Molière, ya dormí en colchón y en somier.
Ya me cambié el pelo de color, ya estuve en contra y estuve a favor.
Lo que me daba placer ahora me da dolor; ya estuve al otro lado del mostrador.

Y oigo una voz que dice sin razón:
"Vos siempre cambiando, ya no cambiás más".
Y yo estoy cada vez más igual,
ya no sé qué hacer conmigo.

Ya me ahogué en un vaso de agua, ya planté café en Nicaragua.
Ya me fui a probar suerte a USA, ya jugué a la ruleta rusa.
Ya creí en los marcianos, ya fui ovo-lacteo-vegetariano.
Sano, fui quieto y fui gitano, ya estuve tranqui y estudié hasta las manos.
Hice el curso de mitología pero de mi los dioses se reían.
Orfebrería lo salvé raspando y ritmología aquí la estoy aplicando.
Ya probé, ya fumé, ya tomé, ya dejé, ya firmé, ya viajé, ya pegué,
ya sufrí, ya eludí, ya huí, ya asumí, ya me fuí, ya volví, ya fingí, ya mentí.
Y entre tantas falsedades muchas de mis mentiras ya son verdades,
hice fácil las adversidades, y me compliqué en las nimiedades.

Y oigo una voz que dice con razón:
"Vos siempre cambiando, ya no cambiás más".
Y yo estoy cada vez más igual,
ya no se que hacer conmigo.

Ya me hice un lifting, me puse un piercing, fui a ver al Dream Team y no hubo feeling.
Me tatué al Che en una nalga, arriba de mami para que no se salga.
Ya me reí y me importó un bledo de cosas y gente que ahora me dan miedo.
Ayuné por causas al pedo, ya me empaché con pollo al espliego.
Ya fui al psicólogo, fui al teólogo, fui al astrólogo, fui al enólogo,
ya fui alcóholico y fui lambeta, ya fui anónimo y ya hice dieta.
Ya lancé piedras y escupitajos, al lugar donde ahora trabajo,
y mi legajo cuenta a destajo, que me porté bien y que armé relajo.

Y oigo una voz que dice sin razón:
"Vos siempre cambiando, ya no cambiás más".
Y yo estoy cada vez más igual,
ya no sé qué hacer conmigo.
Y oigo una voz que dice con razón:
"Vos siempre cambiando, ya no cambiás más".
Y yo estoy cada vez más igual,
ya no sé qué hacer conmigo.

Para oirla: videoclip en youtube

Me siento tan identificada... ¿porqué será?
Ciertamente he intentado mil maneras de sentirme bien, de sentirme aceptada, especialmente.
Tengo una amiga que ha comenzado una terapia de "evolución personal". Me cuenta las cosas de que hablan, comparte conmigo las curiosas teorías de raíz mística que utilizan para buscar los "porqués" y las posibles soluciones. Cuando me lo cuenta, lo hace con reserva; está esperando el momento en que mi fría y calculadora cabezota, ajena a cualquier razonamiento que no pase por filtros racionales y analíticos puros, ataque sus recién creadas bases emocionales. Siempre me he reído de la mística. Es un sistema vital que me lleva con facilidad al desprecio; pronto me veo por encima de estas cosas. "Yo tengo en mi poder una forma de verdad mucho más sólida". Por suerte combino este absurdo orgullito de ignorante supina con una irrefrenable curiosidad, sino estaría perdida. A veces se me olvida que de todo se aprende.
No creo que uno pueda elegir a sus padres para afrontar tareas pendientes de vidas anteriores. Lo siento pero me cuesta. Cierto es que mi racionalismo radical me impide negarlo completamente porque el agnosticismo es una manera de vivir para mí. Pero vamos, una cosa es una cosa y otra, pues es otra cosa diferente. Sin embargo, todas las filosofías aportan perspectivas útiles. La más interesante y convincente de ésta que me enseña mi amiga dice que nos enseñan desde pequeños a hacernos daño y a juzgarnos negativamente como única manera de evitar la autocomplacencia y el estancamiento intelectual. Frases como: "sólo piensas en disfrutar" o "qué fácil te excusas", típicos reproches de padres preocupados por la falta de "responsabilidad" de hijos a los que no ven esforzarse todo lo que podrían. Nos inculcan el sentimiento de culpa para conformar un punto débil que nos haga inseguros y manipulables. Ovejas perfectas para el rebaño del señor. La religión cristiana es, sin duda, la más evolucionada en cuanto al chantaje emocional se refiere porque no sólo pasa mucho más desapercibida que otras menos sutiles en sus jerarquías, sino que ha logrado dejar un poso inevitable en la población del mundo occidental. No importa que tus padres odien la religión, te enseñarán a sentirte culpable y a sentir desahogo en el martirio y el autocastigo. Los comportamientos que nos inculcan generan un subconsciente peligroso y malintencionado que puede convertirnos en el peor de nuestros enemigos; mucho más desconocido y lejano de lo que debiera.
Cuántas veces, tantos de nosotros, hemos intentado mil caminos para sentirnos a gusto con nosotros mismos... encontrando como única respuesta interior el juicio negativo, la crítica destructiva. Sin embargo, resulta infinitamente más seguro vernos con una actitud excesivamente reprochante que vernos sumidos en la autocomplacencia. Porque corres el riesgo de no seguir evolucionando, o así... cuando los estímulos positivos son el único sistema higiénico de alimentar la evolución personal de una persona. Estímulos que han de venir de uno mismo, no como resultado de la comparación; otra de las apestosas armas del mundo occidental.
Pero no podemos evitar desear formar parte de un grupo, sentirnos socialmente aceptados. Intentamos unirnos a corrientes de pensamiento que nos muestren nuevas maneras de entender el mundo. Teorías.
Yo preferiría tener las mías. Pruebo, curioseo, entro aquí y allá... buscando quién soy de entre todas esas Irenes que encuentro paseando a mi lado. Entre todas formamos un extraño grupo heterogéneo de extremos fosforescentes y grises desvanecidos. Ninguna me convence del todo. Todas son yo y ninguna me define. No sé si soy todas a un tiempo o ninguna. O ambas opciones. Sólo tengo claro que no me gustan. Imagino que porque conmigo se lo curraron mucho en eso de enseñarme a despreciarme. Se me da muy bien.
¿Te parece gracioso? No sonrías, no bajes la guardia: soy humana aria y occidental, una auténtica profesional del desprecio...

miércoles, 10 de octubre de 2007

De mudanzas

Sólo que nos hemos mudado, que me cansé de que Reallife estuviera siempre de obras, que esto parecía ya Zaragoza, todo el día teniendo que reinventar los recorridos para evitar los cortes.
Así que me he venido aquí. No sé qué tal irá. Tengo claro que no me caso con nadie. Si no nos gusta, yo, mi yo y mi extraña nos volveremos a ir, arrastrando a Irene con nosotras, qué remedio.
Pero no quiero que me vuelva a suceder estar tres días con náuseas y encontrarme siempre la taza del váter fuera de servicio. No comenzamos esto para que luego nadie cortara nuestras alas, maldita sea.
Ahora ya no os lo cuento. Os quedáis con las ganas. Para una vez que tenía algo interesante que decir...

Por cierto, os he traído conmigo... lo mejor que he podido.

martes, 18 de septiembre de 2007

lucha de titanes

Soy incapaz de cambiar la cara. Mira que lo intento, porque tampoco me divierte que nadie pueda andar poniendo un pie en mi intimidad, asomándose a mi estado de ánimo. Además me agobia que la gente me pregunte qué me pasa. Claro, como soy la alegría de la huerta, el día que no voy regalando sonrisas, choca. Pues ni tanto ni tan poco.
No soy la alegría de la huerta, simplemente me siento más cómoda mostrando una cara amable porque tiene una doble utilidad. Por un lado me ayuda a sacar de los demás su mejor cara y me hace más fácil el tortuoso camino diario por este bosque humano que es la sociedad… a veces selva, a veces páramo. Por otro lado me permite sutiles escapadas de situaciones embarazosas, lo cual es especialmente útil cuando una las busca aún sin querer. Que es mi caso.
Pero hoy ni tengo ganas ni tengo fuerzas para andar poniendo esa sonrisa de niña feliciana que tan cómodos parece hacer sentir a mis semejantes. Sufre una de las personas a las que más quiero del mundo, una mujer que ha sido, es y será para mi siempre un referente. Y no puedo creer que esta vida maravillosa pueda acabar, y otras tantas continúen sin ofrecer nada a cambio. Ya sé que no hay un sentido concreto para la existencia, pero cuesta aceptar que tampoco haya ninguna otra cosa, ni justicia ni injusticia. Es desesperante que todo esto sea tan aleatorio.
No voy defender discursos generalistas, no voy a tirar por la salida simplista. No me voy a poner ahora a patear recursos agotados ni a recurrir a dioses ni creencias que nada tienen que ver conmigo. Como el típico jovenzano pseudo-activista con escasos conocimientos técnicos de cómo funciona realmente el mundo, que acaba siempre con la facilona excusa de que los americanos tienen la culpa de todo y que se habían ganado el 11 S. Es fácil encontrar demonios tras cada traspiés. No voy a lanzar mi amargura contra las aspas del ventilador de la culpa ajena porque ya aprendí que no resuelve los problemas sino que los oculta de uno mismo. No voy a quejarme de la injusticia de la vida porque por desgracia no hay juez ni ley que controle nuestros destinos inmundos. ¿Qué me queda hacer?
Supongo que rasgarme las vestiduras, como dirían los clásicos.
O decirle a Isabel que es una de las mujeres más valientes, entregadas e inteligentes que he conocido jamás. Que con sólo significar para mi sobrina una enésima parte de lo que ella significa para mí, cumpliría las expectativas de toda una vida. Decirle, al fin y al cabo, que si ella no hubiera existido en mi vida, yo sería otra persona. Seguramente más estúpida. Que su presencia siempre ha supuesto para mi un aliciente, un sueño, la ilusión tangible de que se podían hacer millones de cosas mágicas en la vida.
La niña que descubrió qué era el EZLN y ETA a través de las pegatinas de un armario, que pasaba horas muertas soñando, recorriendo los incontables objetos traídos de sitios lejanos que se alineaban en estanterías que, lejos de estar prohibidas, estaban allí para nosotros, descubrió que hay que saber de todo, verlo todo, aprender y compartir. Cuando dormía en su habitación, soñaba que era ella, que recorría el mundo con la mente abierta y la seguridad de una mujer resuelta e independiente, llena de amor y generosidad hacia los demás. Me imaginaba libre, como yo la veía a ella. He vuelto miles de veces mis ojos hacia ella, hacia su ejemplo. Es cierto que con los años descubrimos que no todo es siempre lo que parece y convertir a una persona en un icono es complicado, pero es, sin duda, uno de los iconos que mejor parados ha salido de la triste realidad.
Dudo entre la pena y la rabia. No sé qué sentir. Me encantaría decirle todo esto. Pero no sé cómo. Se ha iniciado una lucha de titanes. En esta guerra las armas son las ganas de vivir y la firme decisión de que uno quiere hacer cualquier otra cosa más. Siento que alguien ha puesto en marcha una siniestra cuenta atrás y vamos todos, mirando por encima del hombro, caminando hacia delante a marchas forzadas, perseguidos por un demonio invisible. Y yo estoy, como siempre, observando el mundo desde mi rincón, lanzando al ruedo a mi marioneta, que no siempre hace lo que yo desearía que hiciera.

jueves, 30 de agosto de 2007

como carne cruda

No consigo concentrarme. Tampoco es que sea una novedad, las mañanas en el trabajo a veces se me hacen arduas. Cuando el sol brilla fuera, el cielo azul resplandece y sé que el frío que estoy pasando se debe al maldito aire acondicionado porque en el exterior hace una temperatura espléndida… cuando aún es verano y ya estoy encerrada me agobio tras las rejas de mi jaula. Tres pasitos para aquí, tres pasitos para allá, un rugido, un empentón contra la puerta, a ver si la pillo despistada y se abre. Y vuelta a los breves pasitos que me permite mi encierro. Intento comunicarme pero estoy sola en mi jaula. Hay más como yo pero están lejos. Aislada, abotargada, anulada… Quiero tener la libertad de disfrutar de mi tiempo pero la vida en sociedad exige mucho más de lo que da a cambio. A algunos, al menos. A otros les da y les da sin pedir nada a cambio, pero como no me tocó en ese circo, es mejor que ni lo piense.
En mi circo no se está tan mal. A poco que pases por dos o tres aros te dan de comer y hasta alguna caricia en el lomo. Cambian la paja de mi jaula de ciento a viento, pero no me importa porque me gusta mi olor. Alguna vez viajamos a otra ciudad a montar el circo para niños nuevos; eso sí que me gusta. Parece que elijo pero sé que es el jefe de pista, mi domador, quien al final decide cómo será el número y cuánto ha de durar. Al menos sé que siempre me quedarán mis fauces para defenderme si un día me siento atacada. O la firme musculatura de mis garras, que me habrán de llevar muy lejos el día que me canse de vivir en el circo y quiera volver a la selva. Pero tendré que buscarla bien porque me han dicho que muchos volvieron malheridos y decepcionados porque la vida en libertad pilla muy lejos y es demasiado dura para el blando cuerpo acostumbrado a caprichos del animalico de circo.
Yo la carne cruda me la como; mi cuerpo está cocinado a fuego lento.

jueves, 16 de agosto de 2007

veinte años no es nada

Supongo que a todos nos pasa lo mismo con esto de las vacaciones, que duren lo que duren siempre se hacen cortas. Estoy sentada dentro del edificio del ayuntamiento porque en los bancos de piedra de la plaza se me congelan los dedos... en el Pirineo el verano acaba aún más pronto. Eso aún no ha cambiado con esto del cambio climático, lo que sí ha cambiado es la comunicación; no hubiera nunca soñado internet inalámbrica en la plaza de Ansó. Me quedan tres días de vacaciones y no he tenido bastante. Quiero más tiempo para mi. Me gusta. Me sienta bien.Me llega el barullo de la chiquillería en la plaza, los botes de un balón y los coros desafinados y desacompados de un número incierto de niñas que aúllan, más que cantan, "Volver, con la frente marchita... sentir que es un soplo la vida, que veinte años no es nada". Es tan gracioso oirlas cantar esta canción cuyo contenido no alcanzan a entender... o sí. Yo creo que cuando era pequeña sí era muy consciente de que la vida es un soplo y que veinte años no eran nada, pero supongo que lo mío era más bien un mecanismo de defensa. No superan los 10 años y cantan con pasión que veinte no son nada. Cuando el verano dura tres meses, veinte años es una inmensidad. Cuando las vacaciones duran 15 días, veinte años vuelan entre los dedos como una pluma, que se pierde despacio en el tiempo, en el espacio.

miércoles, 18 de julio de 2007

un país a la deriva

Hoy, aniversario del golpe de estado que truncó la evolución de mi amado país, me ha escrito mi amigo uruguayo diciéndome que quiere “emigrar” a España, al menos hasta que yo vaya allí. Un arquitecto que nada más poner un pie en España pierde su título… He intentado convencerle de que la imagen de España es engañosa. Durante tanto tiempo estuvimos mejor de lo que parecía, que ahora nuestra imagen exterior ha tomado inercia y acabará pareciendo lo que no es. De hecho, ya lo parece. Lo parece ante nosotros, que es peor. Le he escrito un larguísmo mail desahogando mis quejas, mis rabias, mis frustraciones… reza así:
No te dejes guiar por las apariencias. Esto es Europa, tenemos Audis y todoterrenos enormes, la sanidad pública es de lo mejorcito del mundo y contamos con kilómetros y kilómetros de costas y montañas paradisíacas. Parece que vivimos muy bien, pero no es así. Aquí los sueldos de a pie son incompatibles con el nivel de vida y el índice de precios al consumo. O cobras mucho o no cobras una puta mierda. Yo estoy en el segundo grupo. Con dos titulaciones universitarias y varios títulos homologados en diseño, estoy cobrando menos de 900 euros al mes. Sólo la hipoteca se lleva esa cantidad. Otros 200 o 300 se van en facturas. Y con lo que no tengo, he de pagar mi manutención. Así está la cosa aquí. Lo bueno de mi trabajo es que me tratan muy bien y es un puesto fijo y estable, con contrato fijo y todo. Sobrevivo alquilando una habitación, haciendo trabajillos en mi tiempo libre y (previo paso por un notario) gracias al adelanto de la herencia que mis padres me están haciendo en vida, pasándome 150 euros cada uno al mes, que suman un aporte de 300 euros mensuales a mi paupérrima economía doméstica. Lo malo será el día que mueran y me vea obligada a comprarle a mi hermano una parte de mi casa, que le pertenecerá, porque el dinero de mis padres no es un regalo, es eso: un "adelanto de la herencia en vida".
En España las cosas están muy jodidas. No te engañes. Hay ricos, como en todos sitios (y pobres, encima cada vez más), pero la clase media, que aquí es como un 80% de la población, hasta ahora el empuje económico del país, está quemando los últimos cartuchos del mundo que conocía y aún no se ha dado cuenta. Pende sobre sus cabezas el fantasma del crak económico, la ruptura de la burbuja inmobiliaria y otros abismos, y por más que los economistas y todo tipo de -istas nos avisen del peligro, aquí todo el mundo es muy feliz y no es capaz de hacer planes más allá del mes de agosto en la playa...
Tenemos un nivel de vida de la hostia (comparado con el norte de Europa lógicamente no, pero vivimos bien), eso sí, a cambio de que las familias españolas sean las más endeudadas de Europa, con un nivel de endeudamiento superior a la entrada de dinero. Es decir, que cada vez debemos más dinero a los bancos, pero mientras estos sigan prestando dinero y cubriendo hipotecas, el estúpido españolito no se dará cuenta de que así no se puede vivir porque es una situación muy inestable y peligrosa. El dinero está todo en manos de la banca privada, nada queda en manos del trabajador, y un sólo sueldo medio-alto no alcanza ni de lejos a cubrir los gastos de una familia de 3 miembros, lo cual era perfectamente posible hace sólo una generación. Todo el capital se encuentra invertido y en movimiento continuo, lo cual sólo beneficia a las grandes empresas, pero supone un riesgo enorme para el trabajador que vive cubierto hasta el cuello de deudas. Mientras tanto el estado, obligado por un país de ideología mayoritariamente socialista, se ve obligado a invertir enormes cantidades de dinero en servicios sociales y atenciones al ciudadano. No creo que el banco central europeo permitiera una crisis económica en España, pero también podría ser que llegado el momento, nos dieran la espalda y nos abandonaran a nuestra suerte. Los tipos de interés han realizado una subida impensable en dos años, la gente se ve incapaz de afrontar los préstamos, especialmente los hipotecarios, que es donde más se notan las subidas. Yo compré mi casa hace un año y 11 días; mi hipoteca ha subido de 730 euros a 905 en este breve tiempo. Familias que compraron sus viviendas hace menos de 5 años las tienen que vender por no poder afrontar los pagos. El precio de la vivienda continúa subiendo pero los sueldos están prácticamente estancados desde hace 4 años. La llegada del euro supuso equiparar los precios con Europa, manteniendo los sueldos de la peseta… El nuevo super negocio en España son las empresas de préstamos, que reagrupan las letras mensuales en un único pago y desangran luego con intereses abusivos a los pobres incautos que, llevados por la desesperación, creen que la solución es pagar menos durante más tiempo. Al final acaban pagando mucho más, pero sí, durante más tiempo. Es más fácil perderlo todo de lo que nos creemos.
A primera vista somos un país moderno y muy activo, mirando las cifras, damos mucho miedo. Europa estira de la burbuja española y quiere recuperar, ahora que los grandes están de capa caída, todo el dinero que invirtieron en levantar la economía española cuando nos empujaron fuera de la terrible crisis causada por la dictadura de Franco y el cerrojazo internacional. Pero del mismo modo que después de limpiar toda Europa de nazismo y fascismo dieron la espalda a España cerrando a cal y canto las fronteras y extendiendo la idea de que África empezaba en los Pirineos, no veo imposible que si Alemania y Francia continúan con estos niveles de inflación y España sigue jodiéndola, vuelvan a cerrar sus fronteras a nuestros productos y nos dejen en la estacada. No sería ni la primera ni la segunda vez. Y desde luego España ya no puede sobrevivir del turismo porque aquí los precios ya no son la que eran y la proliferación de compañías aéreas de bajo coste facilita el turismo hacia zonas mucho más baratas y hasta con más y mejores playas. España estaba muy bien cuando éramos pobres como ratas y para los sueldos europeos era más barato pasar el mes de vacaciones aquí que en su país. Pero ahora que nuestros precios son prácticamente los suyos, vienen menos y se traen la cesta de picnic de casa, no dejan divisas... El sector del turismo se lleva las manos a la cabeza, pero no es capaz de cambiar la oferta para recuperar esa entrada de capital tan importante para un país tan absurdo como éste, que basa prácticamente toda su economía en el sector servicios. Durante el "pelotazo" económico de los 80 y 90, nuestros magníficos empresarios vendieron todas sus empresas e industras a inversores extranjeros que actualmente han cerrado más de la mitad de esas fábricas porque se las llevan a países del tercer mundo, donde es infinítamente más barato producir que en este país que ya ha descubierto qué es eso de los derechos de los trabajadores. Las que vinieron de fuera también se han ido. Claro, eso supone unos desniveles que cada vez se notan más. La tasa de paro en España es superior a la media europea desde hace muchos años y no para de elevarse. Esta situación permite a los empresarios congelar los sueldos porque no hay mucha competencia. Y mientras tanto, la ignorancia supina del pueblo español mantiene intacto el status quo de los grandes empresarios y banqueros de este país mientras ellos están cada vez peor, pero callan porque calzan Nike y Adidas, comen Nestlé y beben Cocacola, disponen de móviles 4G con cámara de 3 píxeles, ven la tele por cable y toman su dosis semanal de fútbol por vena... Insisto en que tengo la esperanza de que Europa nos siga considerando una inversión de futuro y no nos deje plantados con este erróneo sistema económico basado en las mentiras de la UE, que nos hizo creer que viviríamos financiados el resto de nuestra vida a cambio de dejar que nuestras costas se llenaran de suecas en topless. La antes hospitalaria España sufre conflictos raciales y hasta a nuestros antaño adorados "hermanos" sudamericanos los vemos hoy como enemigos de la patria. La población se ha olvidado de la dictadura y la derecha asciende y cada vez cuenta con mayor número de votantes. La derecha, compuesta por los antiguos empresarios que vendieron la economía española a los inversores, que ahora nos quiere vener la moto de que la culpa es de los inmigrantes y de los socialistas, que robaron mucho dinero y permitieron que los nacionalistas/regionalistas dividieran la economía estatal en regiones privilegiadas y regiones explotadas. Quieren volver al poder para pillar lo poco que queda, antes de que se acabe. Como todos.
Es muy complejo todo. Me pongo a rajar y no puedo parar. Estoy jodida y estoy cabreada con mi país. No es un buen momento aquí. Somos la hermanita pobre de Europa y ahora que han entrado los rumanos y otros muchos en la UE, nos encontramos con que tenemos que ceder todos nuestros privilegios en beneficio de otros países, no estamos preparados para este momento; se nos olvidó. Nos gastamos el dinero que debimos haber invertido en el futuro porque en la fábula de la hormiguita y la cigala, España siempre será la cigala.
Por eso quiero irme. No hay futuro a corto plazo en este país de vividores irresponsables. Al menos no lo hay para mí porque no pertenezco ni deseo pertenecer a ningún grupo de poder. Si tú consiguieras convalidar tu título y fueras italiano no tendrías tanto problema. Los arquitectos son una elite y se protegen unos a otros. Además, como italiano, no necesitas ni permiso de residencia, serías europeo y podrías viajar y trabajar en cualquier país de la UE sin nada más que la tarjeta de identidad o el pasaporte. Pero en sistemas podridos como éste que he intentado dibujarte a grandes rasgos, para meter un pie en el hermético círculo de las elites, hay que conocer a alguien dentro. Yo supongo que mis padres tienen contactos suficientes para que te abrieras algún hueco, pero tampoco puedo asegurártelo. Mira que por mí tampoco podían hacer tanto. Aunque yo no lo quiero porque me gusta saber que todo lo que tengo, me lo he ganado sóla.
Bueno, a lo que iba, que me enrollo como una persiana. Que yo no me quiero quedar en España, este país apesta. Estoy hasta los huevos de esta situación, especialmente de la mierda de economía que tenemos. Estoy cansada de currar como una negra y cobrar como una esclava. No me llega ni para manumitirme! Soy propiedad privada y voy de mano en mano. Ni siquiera con dos sueldos tienes asegurado un nivel de vida un poco estable y a mí eso me toca las narices porque paso de depender de nadie. Tenemos el índice de natalidad más bajo DEL MUNDO. A ver quién tiene cojones de traer un niño al mundo cuando no tienes asegurado llegar a fin de mes dos personas con dos sueldos! Pero claro, aquí no pasa nada, España va bien, tenemos Nikes y Nokias... y menos cerebro que un mosquito.
No sé cómo está la situación real en Uruguay porque esas cosas sólo se saben desde dentro, pero la crisis que ha vivido todo el continente parece haber beneficiado bastante a las dos economías emergentes: Chile y Uruguay. Tu sorpresa ante los sueldos basura de los profesionales titulados de estas latitudes parece un rayo de esperanza. Aquí lo tenemos tan asumido que hacemos bromas. Cuando la gente se empezó a dar cuenta de que nuestros titulados universitarios con 30 años y un trabajo seguían en casa de sus padres, los llamaron vagos y comodones. Estos se quejaron e hicieron darse cuenta a sus papás, empleados con 30 años de antigüedad en la misma empresa, propietarios de casa y coche desde que se casaron con 23 años, de que si ellos no habían hecho todo eso era porque sus sueldos se quedaban justos para pagar sus gastos de niños encamados. "Joder", dijeron sus papás, si es que cobran una basura y cambian de trabajo cada 6 meses porque el gobierno ha permitido que sea más barato despedir a un tío y contratar a otro cada 6 meses que tener que mejorarle el contrato. Como ahora todo el mundo estudia y sabe tanto... en seguida producen beneficios y antes de que tengas que mejorar sus condiciones laborales, lo despides y cojes a otro ingeniero para poner cervezas con la inclinación exacta de 47º y una separación de 63,84 cm del grifo... Estos "niños mimados", estos "vagos", hoy viven sumergidos en pagar préstamos y más préstamos, la tarjeta de crédito, el coche, un crédito personal para pagar esas vacaciones a Punta Cana, no tienen tiempo ni ganas de ocuparse de su hijo único que está creciendo sin guía y sin principios y augura un futuro terrible para este país que pierde el norte a pasos agigantados, pero no levanta cabeza porque no tiene tiempo de dejar de trabajar por un sueldo miserable para comprarse sus Nikes y sus Nokias... Quieren vivir como sus padres, llegar a los 40 con una estabilidad, un nivel, una casa en la costa... Y a los 35, quemados de una vida de mierda, se divorcian y tienen que volver a casa de sus padres, que son ya mayores y habían calculado que a estas alturas estarían ya disfrutando de la vida. Entonces les cae encima un nieto que ha crecido como un salvaje, contestatario, amoral y egoísta, obsesionado con los videojuegos y tener más y mejores Nikes y Nokias que el vecino.
Mi generación ronda un 80% de titulados universitarios, la mayoría aderezados con postgrados, doctorados, BAs, MUs y hasta másters del universo... Somos más listos que nadie, llevamos años de preparación porque el mercado laboral estaba copado por nuestros padres, que eran un porrillo de personas, producto del babyboom de los 40-50. Lo peor es que ahora de repente se están jubilando todos de golpe y nosotros no damos a basto para pagarles la pensión ni las medicinas. Somos la generación de los "mileuristas", ja ja, qué chispa, qué gracia nos hacemos. Cobramos una media de 1.000 euros al mes. Una gran proporción de nosotros ni eso. No tenemos hijos porque con 30-35 años, la mayoría sigue en casa de sus padres... pero tenemos cantidades ingentes de Nikes y Nokias... y estamos convencidos de que la culpa de nuestros males es de los negros, los moros y los sudacas que nos quitan el trabajo y hacen que cobremos menos. Y cada vez más, votamos (votan) a la derecha. Somos unos insatisfechos inmaduros, frustrados por ser incapaces de vivir esa felicidad que nos han inculcado las interminables horas que pasamos enchufados a la caja tonta, tragando anuncios con embudo y creyendo que los diálogos de las series americanas son el ejemplo de relaciones sociales que hemos de (per)seguir. Si nosotros auguramos un futuro incierto, los escasos hijos que traigamos al mundo serán los cuervos que se sacaran los ojos entre sí.
No quiero seguir porque esto es un pozo de mierda sin fondo.
De verdad que este país apesta, ¿tú estás seguro de que quieres venir aquí?
En fin... no quiero convencerte de nada, tú mismo. Si crees que aquí se está mejor... yo creo que no. No soy una excepción. No es que yo no haya sabido montármelo bien. Sólo soy una titulada universitaria más. Hoy los ricos son los carpinteros, los electricistas y los albañiles. Hay demasiado universitario y ya no somos nadie.
He vuelto a mi triste capital de provincias porque la miseria es menor cuanto menor es la ciudad. También la riqueza es menor. Al menos los extremos se acercan. Lo prefiero así. Pero para vivir aquí con lo justo, haciendo encajes de bolillos cada fin de mes, prefiero hacerlo en cualquiero otro lado que no conozca. No seré rica, no tendré una enorme casa, pero al menos, veré mundo. Es la única riqueza a la que aspiro.
Siento toda esta infinita disertación, pero a pesar de los pesares, adoro mi país y me duele en lo más profundo del alma ver lo mal que lo hacemos todo. No sé a dónde iremos a parar. No hay nada seguro en este país a la deriva.

lunes, 16 de julio de 2007

la teoría del caos

Ayer descubrí un blog en el que un tío hablaba de la curiosa experiencia personal que supone darle vueltas al hecho de la existencia desde un punto de vista meramente teórico. Por ejemplo, considerando el dolor físico como una herramienta más del cuerpo para alcanzar su objetivo de supervivencia: “Te duele, luego cúrate”. O bien, considerando el desasosiego causado por el fracaso social como una alarma del cerebro ante la posibilidad de perder puntos en la carrera por la reproducción de la especie: “Si no te relacionas con hembras no lograrás que tu carga genética perviva”. Me sonaba el razonamiento. Realmente curioso. Con los mismos elementos iniciales y un nivel de conocimientos similar, hombres y mujeres alcanzamos las mismas conclusiones, pero caminando por veredas diferentes. Claro, la máxima en esta comparación teórica es que existe un motivo para esta diferencia innegable entre los géneros en la hiperdesarrollada raza humana. A veces creo que es todo tan sencillo como que complicamos todo para entretenernos (¿Para evitarnos qué? Puf, nuestros miedos ancestrales son objeto de estudio infinito, lo dejamos para otro momento). Y, como bien decía el amigo del blog, tiene que existir una buena razón para que nuestro cerebro consuma tal cantidad de energía. La propia existencia de los humanos es carísima en términos de energía…
Y de aquí salto, (llevada por un exceso de azúcar en el té de esta mañana, que me ha dejado especialmente hiperactiva), y sin solución de continuidad, a parlotear de la teoría del caos, que me gusta mucho. Viene a decir (simplificando mucho) que, como la energía ni se crea ni se destruye, sólo se transforma, y partiendo de la base de que cualquier proceso supone un consumo de energía, y que la matería prima de las partículas de los átomos es energía y está en movimiento contínuo, desprendiendo parte de sí al espacio continuamente… El mundo se reduce a no más que dos grupetes de partículas de energía, las usadas y las que se van a usar. Mientras nos quede algo en el montón de las que se van a usar, habrá movimiento y habrá vida; pero se gastarán y llegará un momento en que el espacio sea un sopicaldo de partículas de energía transformadas y ya no habrá nada. Entendiendo por algo el movimiento de energía (es decir, materia y teoría). Cuando ya no exista ese desnivel entre los dos grupos de partículas se llegará al caos, por eso lo de “teoría del caos”, que será el fin del mundo conocido. Esto funciona del siguiente modo: cuanto mayor es el movimiento (entendido en toda su amplitud), mayor es el “consumo” de energía y más se acerca el temido momento en que se nos gaste la energía “vírgen”.
Siempre he dicho que yo cambiaría el mundo. Seguro. Con toda la actividad que desarrollo soy culpable de la transformación (que no destrucción) de cantidades ingentes de energía y yo solita acerco el fin del mundo a pasos agigantados. Últimamente más si cabe. Estoy venga a soltar descargas eléctricas. Pero de las pequeñitas, de las que van de neurona a neurona. Intento avergiguar porqué narices estoy insatisfecha (y no me refiero sólo a la parte sexo-adicta de mi naturaleza… que también, pero no viene al caso). Siento un grande pero silencioso vacío emocional que me tiene intrigada. Ni me faltan ni me sobran motivos. Ando apática y eso no es corriente en mí. Supongo que tendrá una explicación mucho más simple que todo lo que mi psicótico y desmadejado cerebro sea capaz de inventar… probablemente algo relacionado con la satisfacción de las necesidades primarias. Pero como, duermo y me socializo con normalidad. Igual al final, todo es mucho más complicado dentro de su eterna sencillez de la balanza de partículas. Y menos mal, porque de algún modo tendremos que entretenernos… y, ¿para evitarnos qué? Será que me persigue un miedo ancestral y no me he dado ni cuenta. O será que viene la temporada del bikini y me veo con 4 kilitos de más y de un grano de arena hago un castillo. Ni tanto ni tan poco, ¿no?
Menudo caos. Nunca mejor dicho, porque somos tan tan tan pequeñitos… partículas de energía concatenadas en un orden concreto; un poco de desorden y pasamos de persona a mosca sin darnos ni cuenta. ¿Kafka había oído hablar de la teoría del caos?

jueves, 7 de junio de 2007

cuando el veranito entra por la puerta, la rutina salta por la ventana


Ayer hizo un año.
Nadie parece entender que un acontecimiento nefasto, puede provocar cambios absolutamente positivos. Tuve que explicar varias veces a mis compañeros de trabajo que me había pegado toda la tarde en la cocina preparando bizcocho y galletas para celebrar el aniversario de un accidente. Mi clavícula está bastante mal curada pero mi vida, después de tocar fondo, pilló impulso y cicatriza rápido y sin demasiadas secuelas. Al menos eso parece ante mis inexpertos y poco objetivos ojos.
Cerré por fin este ciclo siniestro, tal y como dije, al más puro estilo bucanero.
No quiero con eso decir que cerré los cajones de mis recuerdos, de mis pensamientos, de mis proyectos... y abracé el sillón de la apatía y la resignación. Mis cajones (por mis cojones) siguen abiertos de par en par y así han de estar. Me voy centrando en su contenido siguiendo el orden que me place y que me interesa en cada momento. Sin prisas, sin miedos más allá de los imprescindibles. Mi pasado forma parte de mi presente y ha de conformar un futuro mejor del que me esperaba entonces. Ese es el gran reto. Cómo lo haga, cuándo... dentro de mis, posibilidades lo mejor que pueda y sepa.
Mi corazón está tan hecho un lío como hace un año, enzarzado en otras veredas, enzarzado consigo mismo. Mi bolsillo agoniza, como hace un año, pero da pasos más largos. Mi trabajo está tan mal pagado como hace un año, pero al menos, hoy no estoy de baja. Mis amigos son los mismos del año pasado, pero hoy sé cuáles de ellos están para lo que sea y cuáles de ellos según y para qué. Con mis padres sigue existiendo un abismo de desconocimiento pero hoy me duele menos que ayer; mañana ya veremos.
Como ves no voy de evolucionada. No es eso. Sólo he tuneado mi existencia, pero tampoco quería más, no buscaba hacer cambios tan drásticos. No era el momento. Ese momento está por llegar. Siempre en busca del ingrediente que salpimente mi vida. Y cuando llega el veranito, se nota inmensamente más. La alegría del sol inunda mi casa y emborracha mi cara de sonrisas pícaras y desafiantes. Me siento capaz de todo, tengo claro que quiero exprimir cada segundo de esta vida y cuando me canse, empezar otra. Ya tengo algo en mente, la lucha por hacer realidad otro sueño más. Otra cruz en la lista de mi vida, en esta magnífica novela que enriquece mis noches de insomnio y mis tardes de vigilia, que promete una vejez tranquila.
El Proyecto de Cambio. Empezó con unas vacaciones a Uruguay, espero que acabe con un cambio lleno de posibilidades, oportunidades y mariposuelas en el estómago. Espero que termine de la mejor manera posible y desde luego, eso no pasa por seguir haciendo siempre lo mismo. En el cambio está la evolución y, bueno, en eso estamos. No sé qué será de mí. Eso es lo que me gusta, esa sensación de que el vasto mundo extiende sus garras hacia mí y emprende conmigo una furiosa danza de alegrías y tristezas tan viva como la vida misma.
Siniestro no significa malo, significa solamente que sucedió en el lado izquierdo.

jueves, 5 de abril de 2007

flashbacks_

No habia vuelto aqui desde que me fui, hace nueve anyos... ni los recuerdos me dejaban ni mi dia a dia me impulsaba a hacerlo porque estaba realmente muy lejos de esto. Porque no queria sufrir y porque revivir segun que momentos me llevaria de vuelta a mi propio fracaso y no estaba por la labor. Porque no sabia si estaba vivo y me iba a doler demasiado. Porque me sentia morir y no podia verme aqui. Porque no.
He vuelto a la miserabla ciudad donde pase mi anyo de erasmus... Creia que tenia buena memoria y que me acordaba de todo pero una vez aqui me doy cuenta de que no era asi. A cada esquina me asaltan imagenes que nunca llegue a procesar, alcanzo aquellas conclusiones que en su momento, por supuesto, no sonyaba ni oler. Nueve anyos es mucho tiempo. Y cuando digo mucho, realmente quiero decir MUCHO. Tanto que cuando me recuerdo, me recuerdo desde fuera. Quiero decir, recuerdo a otra Irene; puedo verme a mi misma desde fuera porque la persona que recuerda estas cosas esta tan lejos de pensar tal y como pensaba entonces que es como recordar a otra persona. Cuando recuerdas a otra persona recuerdas sus caras, sus gestos, sus palabras... eso me sucede conmigo. Es como si recordara mis cosas desde los ojos de alguien que hubiera estado a mi lado, observandome.... Supongo que me coloco en la situacion de mi conciencia, de mi madurez... de la mujer en la que iba a convertirme y que aun no era. Y no voy ahora de madurita lista por la vida, que tampoco soy tan guay. Es una sensacion tan extranya, tan ajena, tan dificil de explicar como de vivir. El primer dia me fui sola a pasear, a recorrer los mismos caminos que casi borre en ese anyo a base de repetirlos una y otra vez. El unico recuerdo que me llega desde dentro, que siento aun como mio y no como aquellos que lees en las paginas de un libro... el unico... es el recuerdo de mis pensamientos y mis fantasias futuras. Es decir, la voz que me llega de dentro es la que me cantaba entonces al oido: cuando sea mayor me acordare de esto; cuando sea mayor me acordare de cuando pensaba asi o asa, de cuando sentia esto o aquello y me reire; cuando sea mayor y vuelva aqui y vea esto, sentire esto o esto otro... Me sorprende ver que, a pesar de lo muy equivocada que estaba en practicamente todo, en esto no andaba tan desencaminada. Imagino que de un modo u otro, la madurez se huele antes de que se nos eche encima. Ya me veia yo venir que en algun momento de mi vida veria ciertas cosas de otra manera y me comportaria, finalmente, de otra manera. Como si ya tuviera la absoluta sensacion de que lo que hacia no era lo correcto pero me estuviera refugiando detras de mi ninya para tener una excusa interna al respecto de mi comportamiento erroneo. Dudo que se entienda nada de lo que digo porque encima que es complicado, el puto teclado ingles no ayuda en absoluto.
Simplemente es que regresar a los recuerdos de un momento de cambio, cuando te encuentras en otro momento de cambio... es dificil, pero creo que puede abrirme puertas que hasta ahora quizas no habia visto... o no habia querido mirar. Puertas que abren la posibilidad de nuevas conversaciones internas, que probablemente me conduzcan a nuevas rutinas, nuevas perpectivas...
Seguire llena de miedos, es parte de mi naturaleza y es consecuencia de mi vida entera. No me importa, mientras sea capaz de enfrentarlos con sinceridad y entereza. La vida emocional de cada uno pertenece solo a quien la ha vivido. Puede ser compartida pero jamas dejara de pertenecer en exclusiva a cada uno. Es imposible expresar segun que cosas.
Por eso, las personas buscamos juntarnos con aquellos que comparten el maximo posible de experiencias y sentimientos, porque es la unica manera de ser comprendidos sin palabras. Las palabras anyaden significados que no siempre son controlables. Especialmente porque los siginificados anyadidos dependen de la persona que los anyada.
Whatever. Estoy confundida con tanto recuerdo y tanto trabajo por delante. Tengo que seguir procesando mi pasado y continuar con mi presente...
Que dura y que bonita es la vida, no?

viernes, 9 de febrero de 2007

comunicándome

He dedicado toda mi vida a investigar el fascinante mundo de la comunicación humana. La comunicación de una persona consigo misma y la que tiene con el resto de individuos. La comunicación es la base de cualquier sistema. La comunicación no es básica, sin embargo. Puede generar interpretaciones infinitas. No hay más ue observar hasta dónde son capaces de llegar los eruditos críticos literarios con sus sesudísimos análisis semánticos de los mensajes de autores que llevan siglos muertos.
Todo lo que he hecho en mi vida ha tenido que ver con la comunicación, todos los trabajos han sido de cara al público o con material que posteriormente llega como mensaje a otros individuos. Neccesito comunicarme como el aire que respiro. Pero no quería hablar de esto.
Vivo con una chica sorda. Le doy clases de inglés a cambio de clases de lengua de signos. La primera pregunta de todo el mundo es: ¿cómo aprende inglés? Está demostrado que las personas bilingues tienen mayor facilidad par aprender una tercera lengua que las que aprenden una segunda lengua cuando han superado los 7 años de edad. Y yo ni eso... Conozco bastanes personas que no saben escribir una lengua pero la hablan, gente que escribe y lee con perfección en una lengua que jamás ha hablado... Yo creo que la primera pregunta debería ser: ¿cómo aprendes lengua de signos? Pero el ser humano sigue considerando débiles e inferiores a las personas que no son "normales". Pero de esto tampoco quería hablar.
Quería comunicar mi enorme placer de descubrir un mundo que me era desconocido. Comenzar a generar nuevas formas de comunicarte genera nuevas plantillas mentales. Es fascinante pensar en lengua de signos. Igual que cuando me descubrí pensando en inglés, en francés, en griego, en catalán... cuando ví ante mí una nueva puerta abierta. Hoy descubro una puerta en cuyo interior brilla una luz como las de las pelis de fantasmas. Estoy disfrutando mucho. Y aprendiendo aún más.
¿La primera pregunta sigue siendo cómo aprende inglés?

viernes, 5 de enero de 2007

A bandazos

A veces las personas me obligan a enfrentarme a mí misma. Lo cierto es que no me gusta pero creo que me hace bien. Observar mi comportamiento con los demás me enseña muchas cosas de cómo soy, de cuáles son mis miedos… aunque la lástima es que por ahora sólo me ha reportado conocimientos sobre mis propios defectos, aún estoy esperando que venga de regalo alguna solución. Eso no lo veo por ningún lado. No me quejo, no, no es eso. Pero me encantaría que cuando me doy cuenta de lo que hago mal, se me ocurriera algo más que: “no lo hagas así”. Me encantaría que me viniera a la cabeza el cómo hacerlo mejor, o como no repetir los mismos errores hasta la saciedad.
Por ejemplo, mi cobardía emocional me impide implicarme con la gente. Ese continuo miedo a que la gente me haga daño hace que nunca abra la puerta del todo. Cierto es que antes ni la abría, ahora al menos la abro un poquito. Pero no sé cómo encontrar un punto medio entre mostrarme tal y como soy, y esconderme del mundo. Si me muestro tal y como soy lo hago a lo burro y asusto a cualquiera. Si no, me siento incómoda y acabo cansándome de la situación y me alejo, perdiendo posibilidades de felicidad por el camino, rodeando la misma posibilidad de que alguien pueda quererme realmente.
Ahora estoy en un punto de estos en los que no sé qué hacer. Quiero ser yo pero tengo miedo a espantar a quien tengo al lado, o incluso de espantarme a mí misma de mi propia persona. Quiero ser yo, pero sin pasarme de mí. Lo que pasa es que no sé quedarme en el punto medio, el del equilibrio. Si empiezo a hablar de mí, a dar esos datos del pasado de uno que explican el carácter, la personalidad… si empiezo a hablar no hay equilibrio que valga. Nada en mi vida pasada ha sido equilibrado. Si no lo explico, no puedo entregarme porque no puedo abrir mis puertas ocultando el interior. Es difícil, vamos, poderse se puede, pero no es especialmente cómodo para nadie andar a tientas por la oscuridad de una casa ajena llena de sorpresas por las esquinas. Y además yo cuando me siento incómoda hago aún más cosas raras que cuando me siento cómoda y en confianza. Al final es siempre lo mismo, o huyo o hago huir. Me quedo sola y sé que, en el fondo, es como mejor estoy.
No sé. Me enfrento a mis mecanismos de defensa y me parecen absurdos desde este lado de la línea, pero sé que cuando me han atacado han sido estos los que me han dado elementos para sobrevivir. Prescindir de ellos sería una locura. Además me haría sentir tan insegura que seguro que sería peor.
Parece que esté dando a entender que es un problema sin solución. No es eso. Aunque es probable que en una vida entera no me dé tiempo a aprender a ser persona, a no andar dando tirones y bandazos. Intento ser mejor cada día, o así. Ocultar la cabeza bajo tierra no aparta los problemas, te los mete por el culo.

martes, 2 de enero de 2007

joder es vivir [22/12/06]

La cercanía de un final
Siempre nos lleva a un principio
Y el principio tiende a convertirse en medio.

Porqué será que al final,
Cuando volvemos al principio,
Acabamos pensando que nada cambia.

Cuando empiece a escasear
El tiempo para recordar los principios
Sabré que llega el final del último de los años.

En invierno la niebla y el frío impiden ver más allá
Por eso en Navidades nos queremos todos tanto
Y nos reunimos a tomar champán.

Las bolas del árbol a través del vaho en los cristales,
El olor de la cena que se prepara por la tarde,
El barullo de la familia que sonríe al comenzar.

El amigo al que fallaste, al que olvidaste, al que dejaste atrás
El familiar al que no devolviste la visita, el trabajo sin acabar
Acaba el año y juras no volver a empezar.


Me ha pedido un colega en el curro que escribiera un haiku, una forma de poesía pseudofilosófica japonesa. La forma más “formal” es algo complicadilla (he dicho que era japonesa ya, no?) pero nosotros lo hemos simplificado y lo hemos dejado en tres versos libres. Fácil. El tema era el fin de año, que engloba millones de puntos de vista. Se puede observar desde un punto de vista más íntimo y retrospectivo, más familiar, más social, más filosófico…¿Cómo elegir uno sólo?
Yo, como soy así, he escrito varios. Primero porque me han pedido uno y me gusta llevar la contraria. Luego, porque me encanta elegir y dar a elegir. Ayer lo hablaba con una amiga, que me explicaba que su fobia a la elección es tal que organiza toda su vida en función de evitar tener que tomar decisiones. Eso la obliga a tomar decisiones iniciales que organicen todo de un modo sistemático y rutinario para no tener que elegir después. Por ejemplo, cuando dobla la ropa que ha recogido del tendedor, lo hace en riguroso orden de izquierda a derecha (bueno, o al revés, que como soy un poco disléxica y la tenía de frente, no te sé decir por qué lado empieza). Del tendedor también la recogió en orden. Incluso cuando camina por la calle, para no tener que decidir por qué calle va, tiene un sistema que organiza los giros y los cruces. Sin embargo, no le gusta la rutina, por eso organiza sus cambios de rutina para que se produzcan solos. Se reía y me decía que lo suyo es patológico. Me planteo que mi sistema, el otro extremo, también lo es. Yo necesito una rutina cerrada para poder romperla en cualquier momento. Tengo la necesidad de llevar la contraria, de hacer lo opuesto a lo que esperan de mí, de hacer justo lo último que me esperaba hacer. Cuando me veo ir hacia un sitio, me encanta darme la espalda y hacer aquello que había descartado. Sólo para joder, en el fondo. Me gusta molestar, desconcertar, descolocar… y la mejor de mis víctimas soy yo misma. Me parece fascinante que a estas alturas de mi vida aún sea capaz de sorprenderme a mí misma. Qué mejor prueba hay de que uno está vivo.
Por eso, joder, es vivir.

(Creo que no hace falta que diga que este post no es de hoy, ni que explique que las juergas y desguaces navideños me impidieron colgarlo cuando lo escribí)